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Mostrando entradas de octubre, 2017

Si no arriesgas, no creces

P ara lograr que nuestra vida mejore, debemos arriesgarnos. La única manera en que podemos  crecer , es corriendo riesgos. En realidad conocemos muy poco acerca del acto de arriesgarnos. Nos inhibe el temor, es lo que no nos deja actuar. Cuando tenemos un contratiempo dudamos de nosotros mismos, vacilamos, y creyendo que la situación está por desmoronarse, nos retiramos sin probar fuerzas, convencidos de que no podemos hacer más. Lo que no comprendemos es que  arriesgarse implica exceder los límites propios usuales para alcanzar un objetivo determinado, y que la inseguridad y el peligro siempre forman parte del proceso. El coraje surge de la convicción; ningún curso, técnica o estudio nos permitirá por sí solo arriesgarnos, a menos que reconozcamos la necesidad de cambiar y creamos en nuestros objetivos. Cuando hay un objetivo por el cual vale la pena arriesgarse, nuestras acciones tienen un fin y nuestra vida un sentido, y entonces ningún riesgo puede detenernos. ¡Arrie...

El peligro de idealizar exageradamente

C uando nos enamoramos de alguien suponemos que esa persona tiene cualidades extraordinarias, que es la mejor del mundo, al menos en la mayoría de los aspectos. Y está bien que nos suceda eso, no en vano se dice que el amor es ciego, y la experiencia nos ha enseñado a reconocerlo. Pero de pronto la persona maravillosa y extraordinaria se convierte en alguien común y corriente, pierde todas las virtudes que le veíamos, deja de atraernos y hasta puede llegar a convertirse en algo despreciable o en enemigo irreconciliable. ¿Qué nos pasó? Considerar que alguien es demasiado perfecto significa idealizarlo, y al idealizarlo le atribuimos encantos que no posee. Así es como nos ponemos fuera de la realidad, y ésta (tarde o temprano) se toma la revancha. Es entonces cuando el velo de la ilusión se descorre para mostrar el crudo rostro de la verdad; y entonces, el mundo se nos viene abajo. Posiblemente la persona a la que idealizamos no merece ser colocada ni en un extremo ni en el otro; ni ...

El dinero y nuestras creencias

Lo que no podemos ver de este mundo es muchísimo más poderoso que cualquier cosa que podamos ver.  Pensemos en un añoso y gigante roble. Usted lo ve gigante, bien plantado, enraizado y contundente. Ahora bien; vino un fuerte viento y lo arrancó, lo hizo volar. El viento es aire. Bien. Usted, al aire, ¿lo ve? ¿O más bien ve sus efectos?  Como dicen los Maestros:  "es el viento el que mueve al árbol" . Entre los dos, gana el invisible. Como siempre. Aunque usted se resista a creer.  Tomemos al ejemplo de la electricidad además del aire. Ambos se parecen pues son energías contundentes e invisibles. Sí podemos ver sus efectos, pero no las podemos ver a ellas. No obstante, no podemos negar su existencia.  Negar el poder de lo invisible nos producirá más tarde o más temprano problemas: ¿Por qué? Porque estamos yendo en contra de las leyes de la naturaleza, según las cuales lo que hay debajo del suelo (lo invisible, la semilla) crea lo que está por encima de él (lo...

Arranques de ira: ¿realmente qué los genera?

Los ataques de ira y la ansiedad tienen mucho que ver ya que fisiológicamente tienen la misma secuencia de segregar adrenalina y aumentar el ritmo cardíaco.  La única diferencia es que cuando sientes ansiedad te tragas esa adrenalina y vives con el ritmo acelerado, y la ira por otro lado, descarga esa adrenalina al exterior. Relación entre ira y ansiedad Digamos que en la ansiedad nos gana el temor de sacar nuestros enojos por miedo a cómo reaccionen los demás o por querer evitar un conflicto, y en la ira, el enojo acumulado es tanto, que te deja de importar lo que piensen los demás, simplemente tienes que explotar. La ira puede venir acompañada de altos niveles de ansiedad que ya no aguantaste más y ahora tienes que canalizar hacia afuera, o puedes vivir con ira la mayor parte de tu vida sin experimentar lo que es ansiedad jamás, pues claro, explotas y explotas constantemente. ¿ Qué genera la ira? Cualquiera de los dos casos, la ira tiene que ver con la acumulación de ...