En su habitación o en cualquier rincón tranquilo de la casa, el niño o la niña, especialmente si tiene entre los tres y los cinco años, juega y a la vez ‘finge’ que habla con alguien, le enseña sus juguetes, le cuenta cosas de la escuela o de la familia, ríe y mantiene muchos ratos la mirada fija en un lugar concreto de la estancia. Su comportamiento es tan natural, se expresa de una forma tan auténtica, que sus progenitores llegan a a sentir temor, porque todo da la impresión de que, en efecto, hay alguien presente junto al niño, que ellos no pueden ver. ¿Cuántas veces hemos oído hablar de casos similares, o los hemos vivido en nuestro propio hogar? ¿Recordamos lo que hacíamos en los juegos de nuestra propia infancia? Innumerables veces, los padres acuden a consultar a algún psicólogo o psiquiatra infantil; quien, al no encontrar ningún problema especial en el niño, acaba resolviendo que se trata del ‘síndrome del amigo invisible’, que se resuelve de forma natural con el des...
Lic. en Psicología Alexandra Rovetta | Psicoterapia sistémica y acompañamiento para el autoconocimiento, el bienestar emocional y la construcción de una vida con sentido. Sesiones online y presenciales.