El proceso de introducción a la lecto escritura en el método Waldorf

abril 18, 2018



Fundamentalmente no se introduce a la lecto escritura hasta el cambio de dentición, más concretamente hasta lo más cerca posible de los 7 años, fin del primer septenio, y la verdad es que cuando los niños tienen la maduración necesaria en todos los aspectos necesarios en dos meses están leyendo y escribiendo sin conflictos y placenteramente. He aquí se describe  como es el proceso de enseñanza (también, inicialmente se trabaja con el dibujo de formas, donde sin saberlo empiezan a través del arte a trazar las letras mas importantes)
LENGUAJE, HABLA, ESCRITURA, LECTURA

El lenguaje, como asignatura, incluye todo lo que se refiere al habla humana. De todas las diferencias que existen entre el animal y el hombre, el habla es la más noble, sin ella, el mismo pensar no sería posible. Por eso, todo lo que se refiere al aprendizaje de la lengua en el sentido más amplio, es uno de los ejes de la pedagogía Waldorf. Para ella, hablar no es solo transmitir informaciones. El habla es la revelación, mediante sonidos, de la esencia espiritual del hombre. La comunicación de informaciones es apenas una de sus funciones.
La vivencia y la propia articulación de sonidos, es decir, la experiencia de los fonemas durante los primeros años de vida, están entre los grandes componentes del desarrollo humano,
El elemento vocálico, está íntimamente relacionado con el sentimiento de si mismo; un poco más adelante, el elemento consonántico representa la primera consciencia del mundo, una participación, por imitación sonora, de sus ruidos. El contenido conceptual llega más tarde, con sus infinitas posibilidades de significado, de comprensión de comunicación interhumana, Todo esto sucede inconscientemente y es lo que se cultiva del lenguaje en el jardín de infantes y durante los dos primero años escolares.
Pero, enseguida nace la auto-comprensión del individuo, aunque aun de modo muy sutil. En esta auto-comprensión del individuo surge la consciencia del lenguaje hablado, es decir, la gramática. Aunque el niño sepa hablar correctamente con siete u ocho años de edad, la comprensión analítica y, después la técnica sintáctica, deben ser cultivada. Por eso, la enseñanza de la gramática, distribuida en varios años escolares, comienza cuando el niño tiene nueve años de edad; es una de las grandes victorias de la consciencia, de la razón sobre la naturaleza humana; el niño aprende por que se habla de determinada forma y la necesidad de hacerlo.
Al mismo tiempo, la lengua como instrumento de expresión, es intensamente cultivada mediante poesías, cuentos de hadas, narraciones, etc. En estas, el contenido adquieres el lugar que le corresponde. De participante pasivo (aunque su fantasía está extremadamente activa) el niño pasa a ser activo, reproduciendo con sus palabras o textualmente lo que escuchó.
De esto resulta, paulatina pero seguramente, una sensibilidad para el estilo, para la belleza de la lengua. A medida que despierta el intelecto de los alumnos, el domino de la lengua se desarrolla cada vez mas conscientemente. En el octavo grado, apropiadamente, el alumno es introducido a las primeras reglas de la métrica y la poética y, la estilística constituye también una materia importante, destinada a dar al alumno el dominio pleno de sus facultades de expresión.
Las grandes obras de la literatura y la misma historia de la literatura completan, en los últimos años, el dominio consciente y el conocimiento histórico de este gran vehículo de expresión del espíritu humano.
La escritura y la lectura son disciplinas que deben ser consideradas independientemente del habla. Ambas son grandes realizaciones de la humanidad, aunque no están tan orgánicamente relacionadas con el ser humano. La escritura, particularmente, es una convención, y como tal, algo artificial. Por eso, el primer encuentro del niño con esos símbolos mágicos, que son las letras, es algo muy delicado. La enseñanza tradicional transforma este encuentro en algo rutinario y esquemático: la alfabetización, que constituye, para muchos alumnos, el primer gran trauma de su vida escolar, ¿Cuál es, de hecho, la relación que existe entre el alma infantil y esos símbolos que deben escribir y, peor aun, reconocer? ¿Cómo se da el gran paso del “signo” al “Significado”, principal fenómeno de la semiótica abstracta? El niño es conducido a esto mecánicamente, o sin la mas mínima preocupación de lo que ese proceso pueda significar, o no, para él.
La humanidad necesitó milenios para desarrollar la escritura. De ser simple anotación figurativa pasó a ser silábica, hasta llegar a la abstracción extrema de ser puramente fonética. Los jeroglíficos egipcios ilustran esta lenta evolución.
Para realizar el pasaje desde la imaginación figurativa de los niños a la abstracción intelectual de la escritura moderna, el profesor Waldorf, debe recorrer un camino semejante. Lo hará del siguiente modo:
En la introducción de consonantes, comenzará contando un cuento, teniendo como figura central un personaje o un elemento, cuyo nombre tenga como primera letra la consonante en cuestión. Como siempre, los alumnos querrán dibujar el cuento. El profesor lo dibujará primero, en el pizarrón, dando un lugar destacado al personaje o elemento en cuestión, con una forma que recuerde la consonante. Por ejemplo, una línea ondulada horizontal para la “M” de mar, o un perfil de un rey para la letra “R” (letras mayúsculas de forma redondeada).
Al día siguiente, el cuento vuelve a ser conversado, así como el dibujo, pero esta vez, la forma de la línea se aproximara más a la forma de la consonante. Este se repite varias veces basta que la “M” o la “R”, respectivamente sean conocidas por los alumnos como las letras del mar o del rey. Al mismo tiempo se pronuncian sus fonemas “mm” y “rrr”.
De modo condensado se realiza la transición de la imagen para el símbolo, eliminando el choque con el signo abstracto.
Algo parecido se hace con las vocales. Los alumnos aprenden en la euritmia los gestos relacionados con los sentimientos. Ah!” expresa, por ejemplo, el sentimiento de admiración, de veneración y, en la euritmia, le corresponde un gesto de abrir los brazos.
En este caso no se imita un objeto del mundo exterior, sino que la propia figura humana transfigurada en la imagen de un ángel de la “A” conduce lentamente a la forma de la “A” mayúscula. El momento que culmina en un sentimiento de admiración es reiterado; la “A” como fonema, es pronunciada en coro, al mismo tiempo, que los alumnos y el docente pasan de su gesto eurítmico (admiración) al dibujo del ángel “A” y, de ahí, a la letra.
Las consonantes derivan entonces, de formas de objetos exteriores. Las vocales, de gesto que corresponden a sentimientos. Esto se hace de acuerdo con la naturaleza de los sonidos.
De este modo, las vocales son introducidas, una después de la otra, mediante posiciones de los brazos; los alumnos escuchan boquiabiertos el cuento creado por el profesor y la vocal se graba a partir de la imagen.
No todas las letras necesitan ser introducidas de esta manera. Alcanza con que esto se haga con diez o quince. Lo importante, es el proceso. Después, las demás letras pueden ser simplemente presentadas. Aun así, el aprendizaje de las letras (siempre mayúsculas) es un tema de muchos meses.
Poco a poco, palabras muy simples, son formadas y escritas; mar, rey, y finalmente, frases cortas y pequeños relatos, embellecen los cuadernos. No cabe otro término, pues cada letra, es escrita en tamaño bastante grande (varios centímetros) con crayolas de bellos colores, y cada texto va acompañado por su dibujo. De esta forma, al final del primer año escolar, o en el transcurso del segundo, los niños saben escribir con letras mayúsculas; las minúsculas, vendrán después.
¿Y la lectura?
¡La lectura no se enseña! No se pierde tiempo con el descifrar martirizante de palabras y textos (y ¡cuán precioso es el tiempo en estos primeros años!). Lo que sucede naturalmente, sin trauma de ningún tipo, es lo siguiente: el alumno después de determinado tiempo, sabe lo que el mismo escribió y, enseguida, en un ambiente alegre y vivo, los alumnos adivinan palabras o textos que el profesor escribe en el pizarrón. Nada mas es necesario. El propio interés de los alumnos despertó; ellos auto intentarán descifrar palabras que encuentren a su alrededor en las calles, en las revistas o, simplemente, en el pizarrón. El profesor observará este proceso en cada alumno, dando un pequeño “empujón” cuando sea necesario. El resultado final, es que todos los niños terminan sabiendo escribir y leer, sin traumas, sin lágrimas. El proceso demora mucho más tiempo que en las escuelas tradicionales, pero el resultado es el mismo — sin pesadillas, viviendo un número infinito de bellos cuentos y realizando un número igualmente grande de dibujos y pinturas en los que pudo exteriorizarse toda la vasta fantasía e  imaginación del niño.
No se insiste demasiado en la ortografía, por lo menos al principio. Además de ser una convención y, por consiguiente, algo artificial y extraño en el desarrollo del joven, ella se graba más adelante por memoria visual. En las clases más avanzadas, el profesor obviamente, trabajara para que los alumnos dominen perfectamente la ortografía que, para los pequeños, constituyen un flagelo.
El profesor no dejara de exigir a los alumnos que ellos mismos descubran palabras, frases, pequeños textos; éstos serán entonces, descritos por todos. La reproducción de cuentos, el dictado y otras formas escritas y verbales, serán cultivadas como lo son tradicionalmente. La redacción propia tiene un papel fundamental, pero la composición en el sentido de una disertación sobre un tema libremente elegido, recién comenzara después de los catorce años, cuando el yo esta predominando.
El proceso total puede, por lo tanto, ser esquematizado del siguiente modo:
Habla;
  1. i) elemento vocálico como sentimiento de si mismo;
2) el elemento consonántico, como consciencia e imitación del mundo;
3) la gramática, como consciencia del lenguaje en su estructura;
4) la estilística, la métrica poética, como adquisición de instrumentos para expresase bien.
Alfabetización:
1) Dibujar, escribir-ejercicio de la propia voluntad (motricidad)
2) Vivencia estética y lectura de la propia escritura- sentimiento-;
3) Lectura de otras escrituras- observación, intelecto-.
En todas las clases de lenguaje, el profesor contará determinados textos, independientemente de los estudios de gramáticas, sintaxis, etc. Es de gran importancia escuchar y llevar a casa y al sueño determinados contenidos. Crear la expectativa de la continuación al día siguiente: da la oportunidad de aprender versos, realizar dramatización, etc., y ayuda a dar un ritmo bien definido a la clase. Estos textos, serán el material de trabajo de las respectivas clases. En lo que a esto respecta, Steiner dio las siguientes indicaciones:
Primer año: Cuentos de hadas hermanos Grimm, hermanos Andersen
Segundo año: Cuentos de animales, fabulas, y leyendas de santos
Tercer año; Narraciones del Antiguo Testamento
Cuarto año: Sagas y mitos de la mitología germánica e indígena
Quinto año: Los mitos de la antigüedad clásica, etc. Griega, romana
Sexto año: los diversos pueblos de la tierra. Mitos
Séptimo año; Etnología, civilizaciones extranjeras
Octavo año: Grandes épocas de la civilizaciones: literatura, historia, los descubrimientos, y el mundo moderno.
El profesor podrá, naturalmente buscar caminos diferentes, pero la experiencia muestra cuán valiosas son las recomendaciones dadas en su tiempo por Steiner. Descubrimos los procesos de la alfabetización y de la introducción al lenguaje con cierta riqueza de detalles para mostrar cómo las estructuras espirituales pueden penetrar hasta en los procesos más elementales. De parte del profesor, esto exige paciencia, fantasía y amor, pero el efecto en el alumno, será sorprendente, constituirá un beneficio para toda la vida.
DIFERENCIAS MAS IMPORTANTES ENTRE EL MÉTODO TRADICIONAL DE ENSEÑANZA DE LECTO ESCRITURA Y EL MÉTODO WALDORF
A continuación se exponen el como se realizan los aprendizajes en la enseñanza tradicional y como lo hace la pedagogía Waldorf.
Pedagogías tradicionalesPedagogía Waldorf
Parte de la grafía hacia el sonidoParte del sonido hacia la grafía
Va de la parte hacia el todoVa del todo hacia las partes
El impulso proviene del pensarEl impulso viene del sentir
Se inicia a los 4 años de edadSe inicia a los 7 años de edad
El niño está expuesto a una constante exposición de símbolosEl niño está expuesto a una constante exposición de narraciones, rimas y poemas
Escribe con lápiz en una agenda ralladaEscribe con crayola en el espacio libre que el mismo distribuye
Se concentra en el aprendizaje del trazado finoExpande al niño hacia una geografía corporal
Enfatiza el aspecto textual de la prosaVivencia la poesía, la música, las trovas, las historias…
Memoriza a través del nombre de la letraMemoriza a través del sonido que la letra presenta
Enfatiza la lectura silábicaIncentiva la lectura por la historia entera y la observación sonora del texto
Se presentan en el primer año todas las dificultades de la lenguaLas dificultadse se abordan en segundo y tercer año
Se enseña letra cursiva en primer añoSe enseñan las letra siguiendo un camino evolutivo (mayúsculas, minúsculas, ligada )
Se usa lapicero negro y borradorSe usa crayola en primer año, lápiz en segundo año, pinceles en tercer año y pluma fuente en cuarto año (siguiendo la evolución de la escritura que ha hecho la humanidad)
Concepto: Falló, borra y comienza de nuevoConcepto: todo puede ser transformado
El cuaderno es un instrumento para ejercitarseEl cuaderno es una obra de arte
El profesor sigue libros y guías adoptados por la escuelaEl profesor crea de acuerdo con la clase y sus objetivos

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