El Proyecto Sentido: Marc Frechet
octubre 10, 2016Marc Frechet es el descubridor de un concepto básico en la Bioneuroemoción como es el de PROYECTO SENTIDO. Aplicando sus conocimientos trató con éxito enfermos de cáncer y de esclerosis en placa. Y descubrió esté concepto gracias a su propia vida. Podemos decir que proyecto sentido es otorgar al concebido un proyecto de vida incluso antes de su propia concepción cuando estamos pensando en hacerlo.
Frechet fue concebido no por deseo de su madre sino para aliviar la vida carcelaria de su madre. Tras la segunda guerra mundial, en 1945, su madre que había tenido actividades poco claras durante la guerra es detenida y condenada a prisión. Sus padres la recomiendan que se quede embarazada al objeto de evitar la cárcel o tener un trato mejor. Y así, efectivamente, es concebido y nació en la cárcel de la que salió con su madre con 9 meses.
Este clima de concepción y los nueve primeros meses de vida, condicionaron su vida entera. Explicó que su madre había hecho un niño porque lo necesitaba, para que la vida fuera más confortable para ella, pero le daba lo mismo tener o no tener un hijo. Decía que, durante los primeros nueve meses de vida, estaba rodeado de mujeres que se ocupaban de él, menos su madre. En su vida -dijo- siempre he estado rodeado, pero solo. Junto a la idea del proyecto sentido desarrolló el concepto de Ciclos Celulares memorizados de lo que hablaremos más detenidamente en otro post.
Psicólogo clínico e investigador francés, ha re-descubierto la existencia de los ciclos vitales en la vida de las personas. Trabajó durante muchos años en pacientes con cáncer en un hospital de París. Al estudiar los acontecimientos vitales de sus pacientes, se dio cuenta de que tendían a repetir eventos en intervalos regulares que estaban conectados emocionalmente. Comprobó que los eventos como las enfermedades, los accidentes, el nacimiento de un hijo, muerte de un familiar, etc, ocurrian la mayor parte del tiempo de acuerdo a patrones de tiempo precisos. Aplicado a problemas físicos, emocionales o de comportamiento, estos descubrimientos ayudan a entender el origen de un trauma en la vida de la persona y aclarar el fenómeno de recurencia y destino. Sólo mediante la revelación de estos ciclos de vida, la persona toma conciencia y puede cambiar el curso de su vida.
Desde un punto de vista biológico la concepción de un hijo con un motivo concreto queda grabada en las células de ese hijo. Si se desea un hijo que nos acompañe en la vejez, entonces ese hijo va a tener dificultades de abandonar la casa de los padres, por poner un ejemplo. Si se quiere un niño con fuerza pero nace una niña es probable que ésta tenga ciertos comportamientos masculinos. Es ya más exagerado cuando una madre que deseo tener una hija pero tuvo un varón le viste desde pequeño con ropas de niña.
Lo importante es saber que la mayoría de nosotros hemos sido concebidos por alguna razón y eso determina nuestro PS. Y que en muchos casos no existe el deseo, se conciben por pura obligación y nacen niños o niñas que no son deseados. Y esto, cualquier PS, el inconsciente del niño o niña lo sabe y encontraremos comportamientos consecuentes con ello.
Mis padres eran personas muy creyentes. Tener hijos era la razón para tener sexo y venían los hijos que Dios quería. Mi madre se embarazó de mí apenas dos meses después de casarse, no tuvo por lo tanto esos meses de felicidad conyugal sin obligaciones. No fui deseado, claro, otra cosa es que después te quieren por supuesto. Pero mi primera impronta fue no ser deseado, como que no pintaba yo nada y algo tenía que hacer para que me considerasen. Desde ese momento se forjó en mi un carácter de querer ser aceptado por todo el mundo, no saber decir que no y atraer a mi vida personas que abusaron de mi confianza. Con el grupo de amigos aprendí que para ser aceptado no tenía que exponer mis ideas pues no eran aceptadas. Yo era una persona rara, afortunado por familia, pero mejor que me estuviese callado. La adolescencia fue más de lo mismo lo que hizo de mi una persona introvertida al que le costaba iniciar una conversación por el miedo inconsciente a no ser aprobado. Y siendo adulto he querido que mis decisiones fuesen aprobadas por mi círculo familiar y de amigos olvidando algo tan básico que mis decisiones solo me competen a mi mismo y si a alguien no le gustan pues que lo vamos a hacer.
Además nací el mayor de 9 hermanos, el que debía de hacerse cargo de toda la familia si un día el padre faltaba… Y eso trajo también comportamientos consecuentes a decidir en base a la conveniencia de mis padres y hermanos en vez de a mi propia conveniencia.
Ser consciente de ello me permite hoy decidir con una libertad como jamás tuve. Y expresar cualquier opinión sin que me importe lo que pueda pensar quien esté al lado.
Lo curioso del caso es que en las familias grandes los padres tienden a poner papeles como si fueran de teatro a cada miembro de la familia que se suelen cumplir a la perfección. Hasta con los nombres que escogen para nosotros…
Por TOMAS MARTINEZ
bioneuroemocionsiguenza.com
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