A mí me castigaron y no me pasó nada

abril 26, 2013

Extracto del libro “Padres que aman demasiado” por Jane Nelsen y Cheryl Erwin.
 ¿Qué significa “no me pasó nada”? “Nada” es algo relativo. Si, a la mayoría de nosotros ”no nos pasó nada”. Podríamos reírnos de algunos de los castigos que recibimos cuando éramos niños, e incluso hasta decir que los merecíamos. 
Sin embargo, si se nos hubiera permitido aprender de nuestros errores en lugar de pagar por ellos, ¿sería posible que estuvieramos mucho mejor a que “no nos pasara nada”?

El castigo está diseñado para hacer a los niños pagar por sus errores. La disciplina que enseña (cualquier definición que prefiramos)  está diseñada para ayudar a los niños a aprender de sus errores en una atmósfera de aliento y apoyo. En la siguiente historia, Stan fue guiado a través de un proceso que le ayudó a entender la diferencia entre el castigo y una disciplina no punitiva.

Stan contó en su grupo de padres acerca de una vez que hizo trampa en un examen de quinto grado. Stan comentó  “Fui lo suficientemente estúpido como para copiar en la palma de mi mano algunas respuestas, el profesor me vio abrir el puño para mirar una respuesta”. Este profesor tomó el papel de Stan y en frente de toda la clase lo rasgó. Stan recibió una mala calificación en el examen y fue llamado “tramposo” en público.  El profesor le contó a sus padres. Su padre le dio un azote y lo castigó un mes. Stan dijo, “Jamás hice trampa de nuevo y ciertamente merecía la mala calificación”.

El líder del grupo ayudó a Stan a explorar su vivencia para ayudar a todos en la clase a descubrir si habría habido una manera más productiva para manejar la situación.

Líder: ¿Alguien está de acuerdo con que Stan merecía la mala calificación?

Grupo: Sí.

Líder: ¿Hubiera sido suficiente enseñarle las consecuencias de sus elecciones o necesitaba también el castigo?

Grupo: Mmmmm….

Líder: ¿Qué piensas tú Stan? ¿Cómo te sentiste por haber obtenido la mala calificación por hacer trampa?

Stan: Me sentí muy culpable y avergonzado.

Líder: ¿Qué decidiste a partir de ahí?

Stan: Que nunca lo volvería a hacer

Líder: ¿Qué decidiste después de recibir el azote? (castigo)

Stan: Que había decepcionado a mis padres. Aún hoy me preocupo por decepcionarlos.
Líder: ¿Entonces cómo te ayudó el castigo?

Stan: Bueno, yo ya había decidido que no volvería a hacer trampa otra vez. La culpa y la pena de ser descubierto en frente de otras personas fueron suficientes para enseñarme esa lección. Realmente, la preocupación acerca de decepcionar a mis padres es una verdadera carga.

Líder: Si tuvieras una vara mágica y pudieras cambiar el guión de aquel evento, ¿cómo lo cambiarías? ¿Cómo cambiarías lo que alguien dijo o hizo?

Stan: Bien, no habría hecho trampa.

Líder: ¿Y después?

Stan: No sé.

Líder: ¿Alguien tiene algunas ideas que ofrecerle a Stan? Es generalmente más fácil ver posibilidades cuando no se está involucrando emocionalmente. ¿Qué podrían haber hecho el maestro de Stan o sus padres o qué hubiera demostrado amor y disciplina con firmeza?

Un miembro del grupo: Yo soy maestro y estoy aprendiendo de esto. El profesor pudo haber hablado con Stan a solas y preguntarle por qué había hecho trampa.

Líder: Stan ¿Qué habrías respondido a eso?

Stan: Que yo quería pasar el examen


Un miembro del grupo: Entonces yo habría valorado su deseo de pasar el examen y le habría preguntado cómo se sentía por haber hecho trampa como una vía para alcanzarlo.

Stan: Yo habría prometido no hacerlo nunca más.

Un miembro del grupo: Yo le hubiera dicho que recibiría una mala calificación en este examen pero que estaba complacido de que hubiera aprendido a evitar hacer trampa. Entonces le hubiera pedido que me preparara una plan sobre qué haría para pasar el próximo examen.

Stan: Aún me siento culpable y avergonzado por haber hecho trampa, pero también hubiera apreciado algo de amabilidad acompañando a la firmeza. Ahora veo lo que eso significa.

Lider: ¿Ahora, tienes alguna idea de cómo puedes usar tu vara mágica para cambiar lo que tus padres hicieron?

Stan: Hubiera sido agradable si ellos se hubieran dado cuenta de cuan culpable y avergonzado me sentía. Ellos pudieron haber enfatizado acerca de lo duro que fue aprender esa lección para mí. Entonces podrían haber expresado su fe en mí para aprender de mi experiencia y hacer lo mejor en el futuro.  Ellos pudieron haberme tranquilizado diciéndome que me amarían a pesar de todo, pero que esperaban que no me decepcionara a mí mismo en el futuro. Guau, qué concepto: preocuparme más por no decepcionarme a mí mismo que a mis padres. Encuentro eso muy alentador.

Muchos puntos se han sacado en claro de esta discusión acerca de paternidad no punitiva:

  1. Paternidad no punitiva no significa “dejarlos salirse con la suya”; con su comportamiento.

    2. Paternidad no punitiva significa ayudar a los niños a explorar las consecuencias de sus elecciones en un ambiente de apoyo y aliento de manera que el crecimiento perdurable y el aprendizaje pueda darse.

    3. A la mayoría de la gente  “no le pasa nada” aun si ha sido castigada -y hubieran aprendido aún más si hubieran recibido amor y firmeza para aprender de sus errores-.

    Que “no pase nada” no es el asunto. ¿Estás satisfecho con “que no pase nada” o quieres que tus hijos tengan la clase de crianza que los ayude a convertirse en las mejores personas que puedan ser? Tu ayudas a desarrollar lo mejor de tus hijos cuando tus métodos reúnen los cinco criterios para la disciplina efectiva:
Cinco criterios para una disciplina efectiva.

Una disciplina efectiva:

1.       Ayuda a los niños a tener un sentido de conexión. (Pertenencia y significado).
2.       Es respetuosa y alentadora. (Amable y firme al mismo tiempo.)
3.       Es efectiva a largo plazo. (Considera lo que el niño está pensando, sintiendo, aprendiendo y decidiendo acerca de él mismo y de su mundo y qué hacer en el futuro para sobrevivir o prosperar.)
4.       Enseña importantes habilidades sociales y de vida. (Respeto, preocupación por los demás, solución de problemas y cooperación, así como las habilidades para contribuir en su hogar, su escuela o su comunidad.)
5.       Invita a los niños a descubrir sus capacidades. (Alienta el uso constructivo del poder personal y la autonomía.

Título original en inglés: I was punished, By Jane Nelsen
Fuente: www.positivediscipline.org
Traducción al español: www.criaryamar.com en coordinación con Ari Molina, Asociada Certificada en Disciplina Positiva

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