Nuestro niño interior es nuestro ser verdadero, la versión más auténtica de nosotros mismos. Con el tiempo, hemos ido cubriéndolo de máscaras y vestiduras, para que no se vea. Para que nadie lo descubra. Y a larga, quizá, nos hemos olvidado de él. Sin embargo, está allí dentro nuestro, y puede estar herido sin que nos demos cuenta. En general, un niño interior herido ha sentido una pérdida o una falta en la infancia, y no la ha podido recuperar. El niño interior es un concepto nacido de la terapia gestalt. Para la gestalt, el niño interior es la estructura psicológica más vulnerable y sensible de nuestro “yo”. Se forma fundamentalmente a partir de las experiencias, tanto positivas como negativas, que tenemos durante los primeros años de la infancia. Dependiendo del tipo de experiencias y de cómo las interiorizamos, el niño interior puede ser una “personita” alegre, optimista y sensible o por el contrario, alguien temeroso de la vida, enfurruñado e irascible. La Descodificación Bi...
Lic. en Psicología Alexandra Rovetta | Psicoterapia sistémica y acompañamiento para el autoconocimiento, el bienestar emocional y la construcción de una vida con sentido. Sesiones online y presenciales.