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Mostrando entradas de enero, 2018

Etapas de Equilibrio y Desequilibrio en el Desarrollo (0 a 11 años)

Esta información es meramente orientativa, no todos los niños se desarrollan igual, al mismo ritmo, ni de la misma forma. Por eso mismo es recomendable leer también las características de las edades que están en torno a la de tu hijo. Lo importante es fijarse que el niño va progresando en las etapas, aunque sea a un ritmo más lento que otros niños. También hay que tener en cuenta que hay etapas de equilibrio y etapas de desequilibrio, que típicamente suceden en torno a los 1/2 años. Es decir, en torno a los 2 años estarían en una etapa de equilibrio, y en torno a los 2.5 años en una de desequilibrio, que volvería a pasar a una etapa de equilibrio según el niño se acercará a los 3, para volver al desequilibrio a medida que se acerca a los 3.5 años. Bebés (0-12 meses). Se lo llevan todo a la boca: manos, pies, comida, juguetes, zapatos, lo que sea. Si están llorando, es que necesitan algo: dormir, un abrazo, comida, un cambio de pañal. Todavía no tienen las palabras para c...

¿Sientes que tu relación con tus hijos no va bien?

¿Te cae bien tu hijo o hija? Sé que puede ser una pregunta rara. No te estoy preguntando si le quieres, te estoy preguntando si te cae bien. Si te gusta estar con él, si te ríes con sus cosas, si te interesa lo que te cuenta, si te gusta jugar con él. Tampoco me refiero a si te gustan estas cosas toooodooo el rato, pero un porcentaje amplio. Dime, ¿te cae bien tu hijo? Igual que en una relación amorosa, puede pasar que la relación se desgaste por el día a día, que las prisas, el estrés, la rutina, el estar atascado en una dinámica de lucha de poder a ver quién puede más, el "ellos contra nosotros", el "aquí mando yo", todo ello puede hacer que con el tiempo nos vayamos alejando de nuestro pequeñín hasta llegar al punto en el que casi todo lo que hace nos molesta. Ya no nos cae bien. Suele pasar que idealizamos el tiempo en el que eran bebés, cuando no hablaba ni replicaba, cuando no nos desafiaba...: "con lo monos que eran de pequeños", "cuando ...

Concepción Responsable y el Embarazo Responsable

Todos conocemos la expresión «cuando no eras más que un brillo en los ojos de tus padres». Esta frase evoca la felicidad de unos padres cariñosos que desean de verdad tener un hijo. Es también una frase que resume los descubrimientos de las últimas investigaciones genéticas, que afirman que los padres deberían alimentar ese brillo en los ojos meses antes de concebir un hijo. El hecho de fomentar de la respuesta de crecimiento puede dar como resultado hijos más inteligentes, más sanos y más felices. Las investigaciones revelan que los padres actúan como ingenieros genéticos con sus hijos durante los meses previos a la concepción. En las etapas finales de la maduración del óvulo y del espermatozoide, se ajusta la actividad de los grupos de genes específicos que darán forma al niño que está por nacer mediante un proceso llamado «impresión genómica» (Surani, 2001; Reik y Walter, 2001) .. La investigación revela que los acontecimientos de la vida de los padres influyen en la mente y...

Programación paternal: el poder de la mente subconsciente

Me gustaría contarte cómo alguien como yo (que se incluye en la categoría de aquellos que no estaban preparados para tener hijos) llegó a cuestionarse sus arraigadas nociones sobre la paternidad. No debería sorprenderte saber que comencé a hacerme preguntas en el Caribe, el lugar donde echó raíces mi cambio hacia la nueva biología. Mi replanteamiento vino inspirado por un desafortunado incidente, un accidente de motocicleta. Me dirigía a dar una conferencia cuando caí en la cuneta a gran velocidad. La moto terminó boca abajo. Por suerte llevaba el casco, porque sufrí un golpe de consideración en la cabeza cuando la moto se estrelló contra el suelo. Estuve inconsciente una media hora y, durante un tiempo, mis alumnos y mis colegas creyeron que estaba muerto. Cuando recuperé el sentido, me dio la sensación de que me había roto todos y cada uno de los huesos del cuerpo. Durante los siguientes días apenas pude caminar y cuando lo hacía, parecía una versión coja de Quasimodo. Cada paso ...