En qué consiste la Terapia de Pareja

julio 12, 2017



La terapia de pareja es un recurso utilizado por muchas personas para intentar resolver los conflictos que pueden surgir dentro de la relación. Sabemos que el proceso de convivencia es complicado, y se produce un desgaste como consecuencia no solo de esa convivencia, sino también por todos los cambios tanto personales como externos que se dan en la vida de cualquier pareja, y que afectan en esa convivencia. Las parejas tienen que ir adaptándose a los cambios e ir utilizando los recursos de los que disponen para ir manejando las distintas situaciones. Cuando los recursos fallan o no se tienen, van surgiendo problemas que generan malestar y afectan al estado emocional de cada uno, aumentado la insatisfacción dentro de la relación.
Este proceso de desgate es lento, y las parejas no acuden de inmediato a buscar ayuda, intentan resolver ellos, dándose un tiempo, intentando cambiar algunas cosas…, en muchas ocasiones consiguen llegar a resolver, pero en muchas otras el paso del tiempo sin encontrar soluciones para los problemas, aumenta los niveles de insatisfacción y malestar, es entonces cuando muchas parejas se plantean la posibilidad de realizar una terapia.

Pero el proceso de tomar la decisión no es fácil, muchos de los casos que vemos en consulta, nos comentan, que han tardado tiempo en tomar la decisión, aun siendo conscientes de los problemas que tienen, por desconocer en qué consiste la terapia, y esto hace que se muestren escépticos sobre la ayuda que realmente pueden recibir. Generalmente, cuando acuden, suele haber un acontecimiento negativo reciente, que es lo que ha provocado el que se decidan a pedir cita. Pero hay un desconocimiento sobre “qué es” y “como les puede ayudar” la TERAPIA DE PAREJA. Entendemos que esta falta de información cause escepticismo, y retrase el acudir, provocando un mayor desgate en la relación, pensamos que dar una información clara y sencilla sobre el proceso de la terapia, lo qué hacemos, como son las sesiones, etc. puede ser de ayuda para muchas personas que están viviendo una situación difícil en su relación de pareja y se han planteado la posibilidad de utilizar este recurso.
En este artículo vamos a describir brevemente, en qué consiste un proceso de Terapia de  pareja, en especial las primeras sesiones.

En la primera cita acuden los dos, hay casos que por diferentes motivos, acude sólo un miembro de la pareja. Si uno de los dos no quiere hacer la terapia, es un error intentar convencerle, u obligarle, se le puede plantear que acuda el primer día para tener información, y que después pueda tomar una decisión. Pero si no existe motivación, no se puede forzar.
En los casos en los que acude solo uno, se intenta conocer el motivo por el que el otro no ha venido, y evaluar la posibilidad de que pueda acudir, pero en muchos casos la decisión está tomada y lógicamente hay que respetarla. Que el otro no quiera hacer terapia de pareja no significa necesariamente que no quiera resolver los problemas que pueden tener, puede significar que no quiera utilizar este recurso, por los motivos que sean.

En los casos en los que viene solo uno, el proceso terapéutico que se sigue es diferente al de una terapia de pareja. Son muchas las personas que acuden solas a terapia planteando diferentes problemas emocionales, relacionados directa o indirectamente con problemas en su relación de pareja. En todos estos casos, se realiza una evaluación individual, se valora cómo le está afectando tanto a nivel personal (afectación psicológica), como en diferentes parcelas de su vida, familiar, social, laboral…comprobando las dificultades que tiene para manejar las situaciones, así como los recursos personales de los que dispone. Se establecen objetivos terapéuticos individuales. Y se realiza el proceso de terapia adecuado a cada caso. Se realiza por tanto una terapia psicológica individual.
A continuación, nos vamos a centrar en el proceso de la terapia de pareja.

PRIMERA ENTREVISTA.
La primera entrevista la realizamos con los dos, es una toma de contacto donde  inicialmente recogemos información sobre diferentes aspectos:
-datos personales.
-tiempo que llevan juntos, hijos.
-como ha sido el proceso de tomar la decisión de acudir.
-si han realizado otros procesos de terapia, tanto individual como de pareja.
-el nivel de motivación de cada uno.
Desde el primer momento, les damos una norma importante para cumplir en esta y en las siguientes sesiones, y es que respeten el turno de palabra, el terapeuta tiene que escuchar a los dos, para poder entender lo que ha pasado y sobre todo como lo ha vivido cada uno, ya que entendemos que aunque la relación es la misma, la manera de percibir, y sentirse en las situaciones, puede ser totalmente diferente. Además tienen que tener claro que en las sesiones no permitimos que discutan entre ellos, aunque haya opiniones diferentes, el objetivo es recoger información para poder resolver  los problemas que presenten, nunca discutir.

A continuación preguntamos sobre el motivo de consulta, cada uno expone brevemente el motivo/s que tiene, que puede no coincidir con el motivo/s del otro. Habitualmente el motivo suele ser muy difuso, hay que entender que la pareja está nerviosa, y es la primera vez que están delante del psicólogo.
Suelen hablar de sentimientos negativos, de problemas recientes que han generado un conflicto en la relación y que no saben cómo resolver, del malestar que tienen desde hace tiempo por diferentes circunstancias  que se han podido dar en el pasado de la relación, de problemas específicos (educación de los hijos, afectividad, sexualidad, infidelidad, temas familiares..), y sobre todo de las consecuencias que estos y otros problemas pueden provocar, enfados frecuentes, discusiones, distanciamiento, problemas en la comunicación, separación temporal, entre  otras.
Pero sobre todo hablan del malestar emocional que los conflictos les están generando, llagando en ocasiones a plantear que tienen dudas sobre que hacer, dudas sobre los sentimientos, dudas sobre la posibilidad de conseguir que cambien las cosas.

Esta primera información nos permite comprobar cómo se siente cada uno en el momento actual, y analizamos de forma especial el nivel de motivación que presentan.
La realidad en consulta, es que la mayoría de las parejas que acuden, suelen presentar inicialmente una importante afectación emocional, se sienten mal. Esto responde al momento de crisis en el que se encuentran cuando llegan, la mayoría de las parejas acuden después de llevar mucho tiempo con el problema, acentuándose por tanto ese malestar. Pensamos que las parejas deberían hacerse “revisiones”, en distintos momentos, para poder aprender a manejar las situaciones conflictivas y de esta forma  poder prevenir algunos problemas que llegan a deteriorar la relación. (Nadie nos enseñan a vivir en pareja…).
Pero aunque exista ese malestar, la realidad es que la pareja está en una sesión, delante de un Psicólogo, buscando una ayuda. Y esto es lo más importante, pues, independientemente de lo que vaya pasando en el proceso de la terapia, están buscando soluciones a los problemas que ellos no han podido resolver. Y esto ya es un paso importante.
En la primera sesión, revisamos y evaluamos como ha sido la historia de la pareja, vemos como se conocieron, como fueron los primeros años de convivencia, algunos problemas importantes que han tenido, como se resolvieron, cambios importantes en su vida que hayan podido afectar en la relación etc.
Es imposible revisar en la primera sesión todo lo que es necesario conocer de la pareja. Es mucha la información y disponemos de un tiempo limitado, además hay preguntas que vamos a realizar a cada uno por separado, esto lo hacemos en la segunda sesión.
Antes de terminar, se les pregunta sobre los objetivos que les gustaría conseguir con la terapia. El terapeuta también quiere conocer las cosas positivas que cada uno destaca del otro, y aunque en ocasiones les cuesta, es importante para cada uno escuchar lo que el otro valora y por qué.
Al finalizar se les entregan unas tareas que tienen que traer para la siguiente cita. El objetivo de las tareas es recoger más información sobre la relación, les damos Cuestionarios específicos que aportan información sobre diferentes áreas de la pareja. En algunas oportunidades se puede indicar que tienen que ir anotando en un papel, diferentes aspectos relevantes que se pueden dar en la semana, (situaciones negativas, positivas, que hacen, que piensan…). Esta tarea es un autorregistro semanal, y  nos aporta información de lo que va pasando en el día a día.
Con la información recogida en la primera sesión, vamos a ir explicando a la pareja como es el proceso a seguir en las siguientes sesiones:
-frecuencia de las sesiones
-recogida de información
-evaluación de los  datos y establecimiento de objetivos de terapia.

SEGUNDA ENTREVISTA.
Esta segunda entrevista, la realizamos con cada uno por separado. El objetivo es evaluar algunos temas, que son importantes y que van a contar con más libertad si están solos. Nos permite un mejor análisis de cómo está realmente cada uno, conocer cosas que no han querido decir delante del otro por no querer hacer daño, o por que el otro desconoce. Pero son de mucha ayuda para el proceso de evaluación.
En esta sesión se profundiza en las diferentes áreas de la relación, viendo cómo las percibe e interpreta cada uno, y los cambios que les gustaría que se diesen.
A lo largo del proceso de terapia, pueden darse ocasiones donde se quiera hablar con cada uno por separado. Aunque habitualmente las sesiones van a ser conjuntas.
La recogida de toda la información se realiza en las cuatro primeras sesiones. Una vez que tenemos la información necesaria, y esta ha sido evaluada, explicamos a la pareja como vemos el problema/s, los factores que explican el origen y mantenimiento, las áreas que están afectadas, y los objetivos específicos del tratamiento, que lógicamente varían en cada caso.

La frecuencia de las sesiones suele ser de encuentros quincenales . A medida que se va avanzando en el proceso, se van distanciando las sesiones, para permitir que la pareja vaya trabajando de forma más independiente, acudiendo de vez en cuando para revisión, para consultar dudas y si es necesario, para reforzar algunos aspectos de la terapia. La duración de la terapia varía en cada caso. La media está entre 6-8 meses, aproximadamente.


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