El aporte de la terapia floral durante la gestación, parto y puerperio.

junio 23, 2017




Como mujeres contemporáneas nos vemos exigidas por una diversidad de roles a cumplir. Nuestra atención usualmente está capturada afuera, en diversas actividades, que restringen la posibilidad de espacios personales de reflexión y auto nutrición.
El continuo estrés y rutina desconectan el sentir, disocian el hacer del pensar y transforman nuestras conductas en reacciones. Recuperar nuestro balance resulta ser una tarea desafiante y difícil de mantener.

La terapia Floral constituye un buen apoyo para esto, dada su efectividad y la posibilidad de prescribir un accionar amoroso. Es una forma de medicina energética, que utiliza como ingrediente activo, la vibración de flores específicas (en su mayoría), que ayudan a equilibrarnos emocional, psíquica e incluso físicamente. A través de impregnación gradual, despierta en quién las ingiere, determinadas virtudes y junto con esto, favorece la integración de las experiencias vividas y la construcción de recursos internos que sostengan el desarrollo y crecimiento integral de cada Ser.
La gestación, el parto y el puerperio, son experiencias de mucha transformación y la vivencia que se tenga de las mismas, marcan profundamente a la madre y al bebé.

Estudios evidenciados desde las neurociencias, refieren a cómo las emociones experimentadas en la gestación y la integración de la realidad vivida por la madre, construyen la base de la psiquis del niñ@.

Junto a esto, la vinculación temprana madre-bebé y la calidad de apego que ese niñ@ establezca con su madre, gestarán la base de su personalidad y percepción del mundo.
En este sentido, una madre cercana, receptiva y competente para satisfacer adecuada y oportunamente las necesidades del bebé y niñ@, permitirán una buena calidad de apego, favoreciendo en el futuro adulto, la construcción de efectivos mecanismos de regulación para sobreponerse al estrés mientras se mantiene integrado física, mental y emocionalmente.
En palabras simples: un adulto confiado, explorador del mundo y con una adecuada inteligencia emocional y resiliente.
Sin embargo, para que esto sea posible, se requiere que la madre se encuentre estable, confiada y amorosamente maternada . De ser así, con la ayuda de otros, podrá cubrir sus necesidades básicas, para hacerse cargo de las del bebé de manera efectiva, mientras se sobrepone al cansancio físico y emocional que deviene naturalmente en este proceso.
Lamentablemente, lo anteriormente descrito no es lo habitual, y es aquí que el aporte de la Terapia Floral contribuye a sostener y balancear estos procesos tanto en la madre como en el bebé, sin contar con contraindicaciones.
Tomar esta herramienta como apoyo contribuye notablemente a traspasar periodos desafiantes de manera integral, contribuyendo con nuestra maduración personal, autoconocimiento y desarrollo de la conciencia.

Para cada situación.
La mujer imaginó a su hijo durante 9 meses y ahora ese bebé real y habrá un tiempo de adaptación mutua, conocimiento y adaptación. Clematis ayudará a aceptar al bebé real frente al idealizado, imaginario.
Desde el momento del parto, mamá y bebé que estuvieron fusionados durante el embarazo, se separan físicamente por primera vez. El vínculo que los une es el más fuerte, el primero para todo ser humano. El cachorro humano es, al nacer, el más débil y dependiente para sobrevivir, comparado con otras especies. De ahí la importancia de la función materna como sostén. Desde aquí comienza un período de entrar en sintonía mamá y bebé, encontrar un ritmo mutuo donde el bebé buscará como solicitar lo que necesita y la mamá aprenderá a identificar sus pedidos y proveer lo que él le demanda: alimento, contacto, abrazos y mimos, dormir, limpieza. Walnut la ayudará a adaptarse a los cambios y Chicory la conectará con la gran capacidad de dar para sostener adecuadamente al niño.

Tiempos difíciles.
La mujer debe encontrar ahora su nueva identidad como madre, dejando de lado todos sus intereses previos al nacimiento. El bebé necesitará una demanda completa las 24 hs. Este periodo de readaptación exige muchísimo emocionalmente a la mujer. Ha perdido su imagen corporal, el cuerpo está ocupado por la lactancia. Crab Apple conecta con el amor y la aceptación de su nueva imagen corporal.
Los dolores pueden ser intensos la primera semana y se deben a las heridas en caso de episiotomía o de una cesárea, los pezones que pueden agrietarse y los entuertos del útero que va recobrando su tamaño original. Si son muy intensos, y sobre todo para las mujeres que tienen muy bajo umbral del dolor, Impatiens y Elm favorecen a una recuperación más rápida.

Los miedos siempre pueden estar presentes, ser de diferentes intensidades y por diferentes motivos. Red Chestnut: para los miedos por el bebé y que le suceda algo. Mimulus para los miedos en general, que puedan identificarse y nombrarse. Rock Rose cuando ese miedo se convierte en terror y Aspen cuando hay aprehensión y presentimientos negativos de que “algo” indefinido pueda suceder en cualquier momento.
Rescue Remedy será la esencia principal de todo este período como gran equilibrador y conector con las capacidades naturales del cuerpo y la psiquis de volver a equilibrarse y readaptarse después de cambios tan marcados en todos los niveles.

Las prioridades en su vida han cambiado y a veces cuesta muchísimo compatibilizar la mujer de antes con la madre actual. Las pautas culturales imponen que ella debe sentirse la súper madre y amar al bebé desde el primer momento. Esto no siempre sucede de esta manera y la mujer puede sentirse muy culpable y frustrada si no lo logra desde el principio. Por todo esto es muy común oír hablar de depresión postparto que hasta un 20 % de las mujeres pueden sufrir. Los síntomas que pueden aparecer en estos casos son:
• Irritabilidad,
• llanto fácil,
• tristeza,
• ansiedad,
• sensación de vacío.
En estos casos Agrimony la conectará con sus sentimientos más profundos y será más fácil compartirlos y expresarlos. Y Gentian mejorará la tristeza y le permitirá conectarse con la alegría de ser madre.
Los sentimientos de culpa por no ser o sentir lo que se espera de ella pueden aliviarse con Pine. La sensación de no ser capaz de poder llevar adelante la crianza de su hijo o sentirse abrumada por tanta tarea que realizar, mejorarán notablemente con Elm. La fatiga, agotamiento o falta de energía se restituirán rápidamente con la esencia floral de Olive. Las alteraciones del sueño ya sea si es excesivo o que cueste conciliarlo se beneficiarán con Clematis y White Chestnut u Oak, respectivamente.
Es bueno que la madre trate de dormir y recuperarse en los momentos que duerme el bebé. Es fundamental la ayuda de la pareja, la familia y las amigas en estos períodos, sobre todo si hay otros hijos que atender, para que ella pueda relajarse y sentirse apoyada en estos momentos.

A no desesperar papá y mamá si alguno de estos síntomas aparecen, muchas veces son pasajeros y se acomodan rápidamente, de no ser así tengan en cuenta que las Flores de Bach indicadas por un profesional en la materia serán de excelente ayuda para la puérpera, su bebé y su entorno familiar.

Por Consultas Lic. en Psic. Alexandra Rovetta
psicointegraluruguay@gmail.com

/remediosfloresdebach.wordpress.com
constanzadelrosario.cl/

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