Estrategias para una adaptación respetuosa al jardín infantil

marzo 05, 2017



Cuando hablamos de adaptación es muy importante también entender que este proceso es difícil tanto para el niño/a como para la/el madre/padre. En ese sentido la psicóloga experta en apego María José Gasc, recomienda siempre que cuando los papás busquen un jardín infantil puedan pedir flexibilidad, dar a entender que los procesos tienen que vivirlos ambos, que a las mamás también nos cuesta separarnos de los niños, sobre todo cuando son más chiquititos y más aún cuando es el primer hijo/a el que está entrando al jardín.

En general todos los jardines infantiles tienen un periodo de adaptación que dura aproximadamente una semana, tiempo que muchas veces se hace corto, y es que cada niño y niña es diferente, si crees que tú y tu hijo necesitan más tiempo puedes conversar con el director del establecimiento y pedir que les permitan más tiempo, trata de consultar esto siempre antes de matricularlo pues en algunos lugares estarán más abiertos que en otros.

Según nuestra psicóloga infantil María José Gasc siempre va a ser difícil, es poco frecuente que un niño/a al comienzo se quede tranquilo, generalmente los niños/as lloran o piden irse con mamá/papá ya que este nuevo espacio (Jardín Infantil) por muy atractivo que parezca, es un lugar desconocido que para el niño/a o bebé puede resultar amenazante sobre todo si su figura principal de cuidado no está presente.

La teoría del Apego, explica este fenómeno desde la perspectiva de que el niño activa su sistema de Apego

Es decir, el niño busca su figura de apego (la mayoría de las veces Mamá/Papá) cuando se siente amenazado o con estrés y en estos casos la exploración se ve opacada por la búsqueda activa de proximidad y necesidad de ser regulado/a. Por lo que cuando un niño, sobre todo menor a 3 años (que aún necesita de su figura principal de Apego para regular sus estado afectivos), es dejado en un jardín que, como hemos dicho, puede ser percibido como una amenaza, se le va a obstaculizar la exploración, aprendizaje y juego.

El sistema de apego es como que fuera un interruptor en conjunto con el sistema de exploración, entonces cuando el sistema de apego está activado el bebé o niño/a no puede explorar, ahí es muy importante que los padres transmitan la seguridad de que el lugar es seguro, que tanto mamá/papá como las educadoras respetarán sus tiempos de adaptación y estarán disponibles para él o ella en lo que respecta a sus necesidades de regulación emocional.

De hecho, el psicólogo Felipe Lecannelier dice que la entrada al jardín infantil antes de los 3 años es una paradoja porque es muy difícil pedirle al niño que explore en ausencia de su figura de apego.

“Yo con mi formación profesional y experiencia, creo que todos los niños son distintos y si la Mamá/Papá le muestran el lugar como un mundo entretenido y seguro, lo hacen parte de todo el proceso desde elegir el jardín, respetar sus tiempos y necesidades, es probable que el niño se adapte con mayor facilidad, ahora bien, es una realidad que los niños/as antes de los 3 años necesitan de su cuidador principal para regular sus emociones, sentirse seguros y confiados para explorar, por lo tanto mi recomendación siempre será que los padres pongan atención a las necesidades de sus hijos/as de manera particular, entendiendo que cada niño y niña es distinto, por lo que podría ser que se intente incorporar al niño/a al jardín, pero que éste aún no esté listo para escolarizarse. La educación pre escolar siempre debe ser entendida como una instancia de goce para el niño, cuando esto no es así y el Jardín es una fuente de estrés para el bebé o niño/a es fundamental cuestionarse si es oportuno que empiece a ir al Jardín en ese momento. Quizás hay que esperar un poco mas” señala María José Gasc.


Las madres también deben preparase: aprende a validar tus emociones

Nuestra psicóloga de adultos Pamela Labatut destaca que para que el proceso sea más fácil es vital que la madre se prepare antes de la entrada de su hijo/a al jardín, ya que una madre tranquila generará un proceso más tranquilo, el autoanalisis previo es de suma importancia, reflexionar por ejemplo sobre cómo se toma ella este proceso de separación, que recuerdos le trae, que emociones le provoca y a su vez conversarlo con la pareja o familia o alguna tribu de apoyo y permitir que el miedo a la separación sea validado por ella misma. “De esta forma no sólo estamos enfrentando nuestros miedos y mirando lo que nos pasa, lo que nos genera mayor consciencia y por ende mayor autorregulación posterior, sino que además es una herramienta que podremos enseñarle a nuestros hijos con el ejemplo” remarca Pamela Labatut.

Hay muchas mamás que se van del jardín a penas dejan al hijo, sin duda ellas quedan afectadas, pero hay un mecanismo de defensa que se gatilla de manera automática y se actúa desde la razón, entonces mamá se va rápido para que no le duela, al niño según ellas, pero en el fondo se protegen a ellas porque a ella le cuesta mucho enfrentar esta emoción entonces la reprime, pero “reprimir la angustia y el miedo NO soluciona el problema, sino al contrario, incluso el niño puede sentirse aún más estresado si ve que la madre actúa con indiferencia. La madre o cuidador debe entonces tomar un espacio para sentir esa emoción y ponerle nombre, validarla y expresarla cuando corresponda, ya sea con su pareja, en familia, amigas o donde ella se sienta en confianza” señala la Psicóloga, la red de apoyo es nuevamente vital para la madre.


Acompañamiento respetuoso al niño

Una vez la madre se ha hecho consciente de lo que le ocurre y provoca y ha buscado la forma de sostener y expresar esta emoción, podemos contener mejor al niño que ingresa a este mundo nuevo. ¿Cómo hacerlo? Aquí te dejamos algunos tips

“Jardín un mundo entretenido”: sí es vital que toda la familia en especial su principal figura de apego le demuestren en palabras y conductas que el jardín es un lugar entretenido, donde lo pasará bien y estará cuidado y contenido, podemos decir por ejemplo; “Santi vamos a ir al jardín, ¿recuerdas ese lugar lleno de niños y juguetes? ¡que rico!, ahí van a estar unas tías muy amorosas que te van a cuidar y mudar o te llevaran al baño, te darán la colación hasta que yo vuelva a buscarte, después tú me cuentas tu día y yo el mío”.


Respetar los ritmos del niño: Siempre es fundamental leer a tu hijo, algunos a los pocos días ya juegan felices, otros se demoran más, trata de no forzarlos, si tu hijo llora debes procurar estar SIEMPRE ahí para él, pues el vínculo de apego se crea y fortalece (ó debilita) en las situaciones de estrés, por lo tanto una regulación oportuna, afectiva y contingente es vital.
Si vas a entrar a trabajar y no puedes quedarte mucho tiempo, habla con tu empleador y trata de tomarte un permiso tú o tu pareja para vivir estos días con calma junto a tu hijo/a, de lo contrario inicia el proceso dos semanas antes de volver a trabajar, así podrás estar totalmente disponible en caso de que tu hijo/a lo necesite.


Despídete SIEMPRE: pero de verdad siempre, nunca te vayas a escondidas, es cierto que muchos padres o madres se van rápido porque aprovechan que su hijo está distraído así ellos no notan su ausencia y pueden evitar el llanto, pero no esto no es sano, es mejor que el niño llore porque su mamá se va a ir “mi amor ahora yo me tengo que ir a trabajar, pero vuelvo a buscarte te lo prometo, acá vas a estar bien, te amo”, a que de pronto vea que mamá ya no está y no sepa que pasó pues este niño después puede sentir una sensación de abandono, no va a saber dónde está la mamá, por qué se fue, dónde se fue, si está en el patio del jardín o en otra sala, a qué hora va a volver, si lo dejaron ahí para siempre, etc.

“Esto es crucial al principio porque imagínate que un niño ha ido al jardín 4 veces en el período de adaptación, el primer día fue con la mamá, el segundo día la mamá salió un ratito, el tercer día volvieron a ir juntos y mamá salió un ratito mas prolongado de la sala y el cuarto día de repente la mamá desaparece y no la ve más. Ese niño no tiene cómo en su cabecita entender que la mamá se fue si ella no se lo ha dicho. Esta experiencia es nueva y el niño/a debe saber todo lo que irá pasando, de esta manera podrá anticipar lo que viene lo que traerá beneficiosos frutos para el vínculo de Apego” señala la Ps. María José Gasc.


Alianza con las educadoras: deben ser como tus mejores amigas, cuéntales todo, cada detalle de lo que le gusta y lo que no a tu hijo, y coméntales todo aquello que creas importante, “mira esas galletitas no le gustaron, mejor dale una fruta que le gustan mucho… yo se la doy pelada y picada”. Entrega esta información con cariño y respeto, así tú estarás más tranquilas y ellas sabrán como acompañar y regular a tu hijo en tu ausencia, lo cual es un evidente beneficio para tu hijo/a.


Objeto de transición: ahora que mamá se va y no estará todo el día con él/ella, es una buena estrategia que le dejes a tu hijo/a algo que sea muy cercano a ti o que quieras mucho, puede ser un collar, un peluche, una polera, algo que asocie a ti, así tú le dices sin importar su edad “mira mi amor, cuando me eches de menos puedes abrazar esto para sentirte cerquita de mi“.

En el caso de los niños que usan chupete, tienen un peluche regalón o usan tutos, es bueno comentarlo a las educadoras para que lo tengan a mano y respeten la necesidad del niño/a ante momentos de estrés para usar estos objetos que le ayudan a autorregularse, pero siempre recalca la idea de que aunque use chupete o tuto es bueno que en momentos de estrés las educadoras lo acompañen y te avisen para así tu manejar la situación desde casa e ir tanteando cómo vive tu hijo/a el proceso de adaptación.

Verbalizar sus emociones y las tuyas: los niños aunque no hablen, incluso si son bebés necesitan que pongas en palabras lo que sienten porque eso los calma, les da seguridad y comienzan a adquirir habilidades mentalizadoras. “Yo sé que te da pena separarte de mí, a mi también me cuesta dejarte, pero es sólo un ratito, tú lo puedes pasar bien con tus amigos y tías y después tendremos el resto del día para nosotros”.

“Uno de los lineamientos que promueven seguridad en el vínculo de Apego, es la capacidad Mentalizadora de las figuras de cuidado. Los padres, al atribuir estados afectivos y mentales a la conducta del niño, le muestran que empatizan con ellos así como también modelan la conducta para que ellos en el futuro puedan reconocer, dar significado y manejar sus propios estados afectivos y de los demás” resalta la Psicóloga del área Infantil María José Gasc.


Finalmente queremos proponerte el esquema de adaptación al jardín infantil de la metodología Montessori la cual si la conversas previamente con el jardín puedes tratar de llevar a cabo si crees que será más cómodo para ti y tu hijo, para saber más de este método de educación lee nuestro artículo.

Adaptación al Jardín Infantil Montessori ( a modo de ejemplo, siempre tener en cuenta que cada niño es único y tiene su propio proceso)

Día 1, 2 y 3: mamá asiste al jardín con su hijo (todo el tiempo, no lo deja solo nunca) y van un tiempo corto, a una actividad o dos que tenga el jardín (si tu hijo necesita más tiempo te quedas acá mas días)

Día 4:mamá va al baño y avisa a su hijo

Día 5: mamá va a otra sala por 10 minutos. A la vista del pequeño (avisa a su hijo)

Día 6: mamá va al patio, 15 minutos a la vista del pequeñ@

Día 7: mama sale a comprar algo para el pequeño..( no debe tomar más de 15 minutos)

Día 8: mamá sale por 30 minutos

Día 9: en adelante aumenta 30 minutos por día hasta completar la jornada

Ojo que mamá  SIEMPRE se despide, no sale escondida.

Si El Niño llora en alguno de estos días, se detiene el proceso y se mantiene el mismo día hasta que no llore o manifieste angustia.


extríadoMamadre.cl

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