El Masculino Herido
junio 04, 2016
El Masculino Herido y los Hombres/Mujeres del Futuro
Las mujeres, los hombres y la creación entera, poseemos dos energías primordiales “una Femenina y una Masculina”, cada una única y diferente de la otra, pero a la vez complementaria, ninguna puede existir sin la otra.
Sin embargo, el mundo actual sufre visiblemente un desequilibrio en la Energía Masculina, lo que genera que muchos seres humanos no la puedan manifestar de forma armónica, ya que detrás hay una herida, por eso se le podría llamar “el masculino herido”, o mas comúnmente “patriarcado”.
El Masculino y el Femenino cuando están equilibrados en nosotros elevan nuestro estado de consciencia de SER y nos dan la posibilidad de saber cómo funcionan y cómo podemos utilizar estas energías en nuestro mayor beneficio y en el de los demás, para que nuestra vida y nuestras acciones se tornen más armoniosas y compasivas.
La Energía Femenina y Masculina se han distorsionado en sus conceptos haciendo difícil que podamos comprenderlas, sanarlas e integrarlas de forma equilibrada y consciente.
La Energía femenina (receptiva, protectora) se vincula primordialmente a la Madre Tierra y a la Luna, al estado maternal/paternal y por consiguiente al cuerpo fisico, cultiva cualidades como la paciencia, la confianza, la compasión, la tolerancia, la capacidad de escucha, la suavidad, su esencia es realmente poderosa y misteriosa siendo la energía que hace que se genere movimiento en el universo.
La Energía Masculina (proyectiva, con limites y cierta estructura) se vincula la consciencia solar Padre/Sol/Creador, a la capacidad de poder materializar, la capacidad de ejecución y de poner límites, es la parte mental, nos muestra el eje de alienación, es el hilo conductor, nos da coherencia y rectitud.
La energía que viene del Padre es masculina y la energía femenina pone a ese espíritu en acción y movimiento.
Tanto los hombres como las mujeres por esta etapa de aprendizaje por la cual hemos atravesado en los últimos milenios, nos hemos polarizado hacia el lado masculino, manifestando esta energía masculina de una manera brusca y violenta, con sometimiento y opresión, exigiéndonos a vivir una supervivencia forzada y cargada de energía mental y códigos heredados. Es decir, nuestro lado masculino se ha estado manifestando en alerta, sintiendo amenaza, queriendo hacer todo, dominando y controlando; y es esto es lo que vemos en el mundo actual, en la familia y en los gobiernos; control y dominio, falta de confianza, hermandad, compasión y cooperación.
A este conjunto de situaciones y manifestación se le podría llamar EL MASCULINO HERIDO, es un masculino desequilibrado en nosotros y que tiene su origen en una herida ancestral.
En algún momento de nuestra historia como humanidad, las mujeres teníamos mucho poder y abusamos de él, de aquel don que nos dio la Madre Tierra como guardianas de la Energía de vida y del propio planeta, generando una brecha que a veces parece imposible sanar.
En aquel tiempo un día comenzamos a excluir al hombre de las labores compartidas y comenzamos a oprimirlo, perdiendo nosotras mismas nuestra esencia femenina y manifestando un desequilibrio en lo masculino. Tiempo después el hombre se reveló e intento buscar su lugar frente a la mujer, y comenzó a manifestar su masculino de una manera impositiva y competitiva para hacerse valer e intentar ganar de nuevo su lugar frente a nosotras; esto ocasiono que esa energía masculina se manifestará como reacción frente al dolor y la represión ocasionada, e hizo que los hombres se polarizaran reprimiendo su lado femenino y sus cualidades receptivas intentando doblegar a la mujer. Poco a poco el femenino tanto en hombres como en mujeres se debilito, pues así mismo comenzamos a desconectarnos del planeta, dejando de honrar los tiempos sagrados y al mundo invisible natural… las mujeres dejamos de entregar nuestra sangre a la Madre Tierra… y la Tierra comenzó a nutrirse de la sangre de las guerras, con sangre de muerte y no de vida… sin darnos cuenta todos dejamos de caminar descalzos para honrar cada paso que damos para enaltecer la vida y desprotegiendo el planeta.
En un determinado momento, podría decirse a partir del siglo pasado, por simple ley universal se invirtieron los papeles, y es la situación que aun manifestamos hoy; desde hace algunas décadas la Mujer sintió lo mismo que el hombre en aquel tiempo, se sintió herida, y comenzó de nuevo a rivalizar potenciando su lado masculino e intentando ser igual que el hombre, buscando una falsa posición basada en la competencia y reprimiendo aún más su feminidad y la verdadera esencia de SER MUJER.
Una cantidad importante de nuestros árboles genealógicos están llenos de códigos y sellos que llevan la marca del “masculino herido”.
Es así como muchas mujeres por diferentes situaciones como ser hijas abandonadas o huérfanas, madres solteras, o quizás inmigrantes han tenido que manifestar más su lado masculino, ya sea rivalizando con algún hombre para buscar una posición y/o reemplazando una ausencia masculina; esto las ha llevado a una excesiva responsabilidad, a un agotamiento y a un control sin sentido.
Muchas mujeres masculinas heridas creen que, si ellas no están en su hogar o en su trabajo nada funciona, creen que es una obligación estar pendiente de todo lo que hacen sus seres queridos, se preocupan incansablemente de generar los ingresos y de proteger a todo el mundo a su alrededor. ¿Pero quien las protege y se preocupa por ellas?
Esta situación ha generado que su lado femenino se opaque y que poco a poco se sientan agotadas perdiendo su fuego interior, sintiéndose divididas y cansadas, pues todo lo que han logrado ha sido con base en el esfuerzo y el sacrificio de ellas mismas al olvidar sus deseos personales como mujeres, es decir su esencia femenina; esta manifestación del masculino herido lleva a largo plazo a la mujer a auto anularse y dejándose sin prioridad personal frente a otras situaciones y/o personas de su entorno; y de alguna forma hay un gran porcentaje de nosotras las mujeres que mal interpretamos el verdadero y privilegiado rol de la mujer, en la sociedad, en la familia y en el planeta.
Hoy esta situación no puede continuar más, principalmente porque la frecuencia del planeta ha cambiado, y la Madre Tierra está emitiendo una especie de llamado a sus hijas y a sus hijos para despertar y sanar su lado femenino. Esto quiere decir que, aunque las mujeres con una manifestación predominante masculina sean fuertes y exitosas, están llegando a un punto de cansancio y/o enfermedad donde ya no les están funcionando las cosas como antes. Lo mismo le esta sucediendo al hombre, siente la necesidad de expresar todas sus cualidades femeninas, pero no sabe cómo, pues hace mucho tiempo que en sus ancestros esta reprimida.
Las personas homosexuales vienen con una misión importante, vienen a mostrar al mundo que lo masculino o femenino no tiene relación con el cuerpo sino con el alma. Más allá de la opción sexual del individuo, podemos ver en ellos una manifestación más predominante femenina en un cuerpo de hombre y una manifestación masculina más poderosa en un cuerpo de mujer. Y es curioso ver que la manifestación masculina en las mujeres en la gran mayoría no está “herida”, es simplemente una manifestación más visible pero equilibrada.
Es por eso de vital importancia que las Mujeres logremos reequilibrar esa Energía Sagrada Femenina que poseemos, primero en nosotras para luego poderla re-establecer en la familia y en la sociedad, pues lo femenino y sus cualidades nos otorgan sabiduría y poder para sanar ese lado Masculino que se encuentra herido, y que nos viene codificando desde hace muchas generaciones. Para esto es indispensable reconectar de forma consciente con la Madre Tierra, que es el espíritu de este planeta, pues ella es la fuente de la Energía Femenina.
La capacidad de poder dar la vida hace a las mujeres fuente de poder femenino, y en la medida que nosotras reestablezcamos esa energía, los hombres y el planeta podrán sanar ese masculino herido que nos ha dividido y nos ha hecho competir durante milenios.
Cuando la Energía Femenina en la mujer está libre de dolor, encuentra la fuente de su mayor sabiduría y poder, y eso nos llevará a manifestar una energía masculina equilibrada y libre de la opresión del pasado. Cuando nosotras manifestemos un masculino sin dolor, el hombre comenzará a reflejarse y manifestar su masculino de forma equilibrada y permitiendo que su sensibilidad aflore sin sentirse amenazado o vulnerable, será algo natural.
Como líderes mundiales son pocas las mujeres referentes de estas dos energías manifestadas poderosamente y de forma equilibrada, entre ellas podemos nombrar a la Madre Teresa de Calcuta y a Amma… Mujeres con una manifestación compasiva y amorosa profunda, con una capacidad y liderazgo de poder transformar el mundo… tanto masculinas como femeninas por igual, sutiles pero inmensamente poderosas!
La Madre Tierra no quiere ahora ni matriarcados ni patriarcados, quiere a sus hijos e hijas equilibrados, cooperando juntos, creando juntos, avanzando juntos, brillando juntos…!
Reflexionemos en ello.
Con Amor Samahia
extraído de http://tribusamma.org/
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