Alternativas Innovadoras para el Cuidado de Nuestros Hijos: Jardines Rodantes

febrero 24, 2014


Se termina la licencia por maternidad o simplemente nos surge la necesidad de que nuestro hijo concurra a otros espacios dónde haya niños y surgen distintas opciones. 

Una opción diferente que son los jardines rodantes.

No siempre los padres cuentan con algún familiar para que cuide al bebé o al nene, a veces dejarlo en un jardín maternal es difícil ya que al ser tan chiquitos y demandar tanto del adulto genera inseguridades sobre si será bien cuidado, si sus necesidades serán tenidas en cuenta.
Separarse es difícil, muchas veces surgen dudas, aparece la culpa por dejarlo, sobre todo si es muy chiquito y son muchas horas.
Muchas veces los padres se sienten culpables por volver a tener que ir a trabajar y tener que dejarlo a cargo de otro adulto.  Lo importante es que los padres logren estar seguros y confiados de que la opción que eligieron es la que los hace sentir mejor, confiados y seguros.

Los jardines rodantes son una opción interesante ya que son grupitos reducidos a cargo de una maestra jardinera que coordina un espacio de juego en alguna de las casas de los padres de los chicos. Suelen ser pocas horas, dos o tres veces por semana y siempre alguno de los padres de los chicos está presente junto a la maestra.

Los grupos suelen estar coordinados por maestras especializadas en el trabajo con niños pequeños, saben cómo contenerlos, estimularlos y fomentar la socialización. Los chicos tienen la oportunidad de estar con otros nenes, jugar, divertirse, comenzar a socializarse, aprender, recibir cuidados, atención y estimulación.

Un Jardín Rodante es un servicio especial de cuidado infantil para grupos reducidos de niños, de tres a cinco niños, y con edades similares comprendidas entre los 18 meses y los 5 años. Se trata de una forma muy familiar y cercana de ofrecerles la atención y la diversión que muchos padres esperan de las guarderías pero que, por una rígida organización y horario o por la mayor cantidad de niños, es muy complicado conseguir.
Además, los niños no acuden a un centro, sino que es la educadora la que va a sus casas, de manera rotativa, de manera que pasarán unos días en cada casa, acordando entre los padres cual es la mejor manera para organizarse cada grupo concreto. Los niños pasan unas tres horas en el encuentro y se realiza los días laborables.
La atención es mucho más personalizada y el ambiente más familiar, los padres pueden estar presentes por lo que la labor que se realiza con los niños es completamente transparente y se disfruta de un clima de confianza entre papás y educadoras. En ese rato los padres pueden estar con ellos contemplando sus juegos o dedicarse a las actividades que quieran en casa o fuera.
Muchos padres que no llevan a los niños a la escuela a estas edades encuentran difícil ofrecerles espacios seguros y amiguitos con los que jugar a diario y también desearían tener un par de horas diarias para trabajar en casa o salir de compras o al gimnasio, por lo que creo que esta idea de los Jardines Rodantes puede adaptarse muy bien a sus necesidades.


¿Qué ventajas tienen los Jardines Rodantes?

En primer lugar se puede realizar en un ambiente más familiar, con menos desplazamientos y la atención es mucho más personalizada. Puedes seleccionar a la persona que se encarga de ellos, realizar el periodo de adaptación que prefieras… Incluso estar presente si puedes o quieres.
Del mismo modo, es cómodo para las familias y, al realizarse entre varias, la persona seleccionada recibirá una remuneración más acorde a su preparación, lo que favorece su continuidad.
Se trata de una forma muy familiar y cercana de ofrecerles la atención y la diversión que muchos padres esperan de las guarderías pero que, por una rígida organización y horario, por dificultades de adaptación de algunos niños que todavía son muy pequeños o por el ratio de niños, es muy complicado conseguir.

¿Qué beneficios puedo esperar?

Quiero que pienses por un instante si recodar sus primeros días de colegio. Muchos de ustedes comenzaron a los cuatro, a los seis años… ¿no  te  fue una experiencia compleja? Es algo nuevo, rodeado de muchos niños que no conozco, sin mamá ni papá… En fin, es difícil generalizar, pero para niños muy pequeños es importante la sensación de seguridad. Por tanto, el vínculo que establezcan y confianza hará que se lancen a explorar cada vez más situaciones novedosas. Por lo tanto, en pequeños grupos los niños pueden aprender a compartir, normas de convivencia y solidaridad, respetando su individualidad y sus tiempos de desarrollo.
En Francia es un proyecto muy extendido llamado “garde partagée”.  En Reino Unido existe también un término dedicado a este modelo, llamado “nanny share”, donde las familias tienen la posibilidad de ponerse en contacto entre ellas. En muchos puntos de Latinoamérica es también una forma muy utilizada, sobre todo en Argentina, donde es una opción que cada vez cobra más adeptos.
No existe un libro que nos diga lo que es adecuado o no para nuestros hijos. Busca según tus criterios, tu estilo y tus sensaciones TU forma de educar a tus hijos. Innovar y educar con libertad  repercutirá beneficiosamente en tus hijos y en la tranquilidad familiar. ¿No crees que merece la pena intentarlo?
  

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