La Impronta
julio 26, 2013
Como todo acto fundacional, el nacimiento deja una impronta. Esa impronta es la que va a ayudar a generar un vínculo y es ese vínculo el que va a establecer el apego que necesita el bebé para crecer sano y sobrevivir al gran estrés que implica el nacimiento.
Impronta es un concepto definido por Konrad Lorenz, médico austríaco, premio Nobel de Medicina en 1973, investigador de la conducta animal y fundador de una ciencia que llamó etología.
Sus estudios muestran el concepto que en inglés se denomina imprinting y podría traducirse como impronta. Se entiende por este concepto a la huella que queda en el cerebro de los ánades (aves) recién nacidos con la imagen de su madre o del primer ser que encuentran al salir del cascarón.
En su experimento Konrad incubaba huevos de ganso en su casa y cuando nacían, los gansos lo tomaban como su madre porque establecían con él su primer contacto visual.
Si bien pueden reconocerse grandes diferencias entre los ánades y la especie humana, entre ambas puede establecerse cierto paralelismo.
El doctor Ignacio Canevari, médico pediatra argentino, en sus estudios observó que las crías humanas resultan muy desvalidas e indefensas con una necesidad imperiosa de cuidado maternal ya que la naturaleza no ha provisto al ser humano de la capacidad de hacer vida independiente en forma inmediata al nacimiento.
La forma de conocimiento entre el recién nacido y su madre es compleja y se realiza mediante la intervención de varios sentidos, en este proceso un elemento clave del vínculo se establece a través de la succión del pezón.
La boca del bebé es un órgano de identificación y de esa manera reconoce a su madre cuando toma el pecho.
El bebé introduce el pezón en su boca, y esa huella le permite reconocer a su madre. También por esto decimos que el pecho materno no es solamente una fuente de alimento. El bebe llora y cuando toma el pecho encuentra sosiego y reconoce a su madre.
El vínculo consiste en la unión psicológica entre el niño y la persona que lo cuida, en general, y lo mejor es que esa persona sea su madre.
Al bebé le causa placer mamar, va a generando el deseo y registrando lo placentero.
En este momento empieza la construcción del aparto psíquico del bebé, ya que en el encuentro con el “otro”, en el caso del amamantamiento con la madre, va a empezar a formar su identidad.
Este vínculo es el que va a proporcionar una base emocional segura a partir de la cual se desarrollarán relaciones maduras. Hoy se sabe que un vínculo inadecuado dificulta el desarrollo social y emocional a lo largo de la vida.El bebé se alimenta y al mismo tiempo se vincula, satisfaciendo sus necesidades básicas de calor, amor y nutrientes.
Debemos agregar también que en un recién nacido la distancia en la que mejor ve es de 17 a 20cm. Y esa es la distancia aproximada entre el bebé y la madre. Se dice entonces que ese es un momento de conexión único donde la alimentación es recíproca.
El establecimiento de un vínculo adecuado que genera bienestar en el bebé, hace que éste se sienta querido y protegido; que responda con una actitud alegre, segura y satisfecha.
material extraído del programa SUMAR
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