Círculo de Mujeres Sobre Maternidad Consciente en Fray Bentos Reconstruyendo la Comunidad Femenina
julio 01, 2013
Círculo de Mujeres
dirigido a Madres con sus bebés y/o niños pequeños, Mujeres en
Gestación, y Mujeres con sensibilidad hacia la Maternidad.
En esta oportunidad trabajaremos en relación
En esta oportunidad trabajaremos en relación
La Maternidad... Reconstruyendo la Comunidad Femenina
FECHA: Sábado 13 de julio de 2013.
LUGAR: Centro Mágico Galadriel Piedras 3364 esq Rivera.
HORA: 16:00 hrs.
*CONFIRMAR ASISTENCIA con anticipación.
*INSCRIPCIONES: psicointegraluruguay@gmail .com o enviando msj a 096 115 692
LUGAR: Centro Mágico Galadriel Piedras 3364 esq Rivera.
HORA: 16:00 hrs.
*CONFIRMAR ASISTENCIA con anticipación.
*INSCRIPCIONES: psicointegraluruguay@gmail
Facilita: Alexandra Rovetta, Lic. en Psicología coordinadora de Psicología Integral Uruguay
http:// psicologiaintegraluruguay.b logspot.com/
http://
Cuentan
las abuelas sabias, que antiguamente las mujeres de la comunidad se
reunían en círculo para compartir experiencias en el profundo camino de
ser mujer.
En algunos de los pueblos de antaño existían las “Tiendas
de la Luna” a las cuales las mujeres acudían durante su periodo
menstrual, a ofrendar su sangre de vida a la Tierra, así como también
durante el momento del parto y post parto. Las mujeres eran asistidas
por otras mujeres experimentadas que las apoyaban, ayudaban, guiaban y
sostenían durante estos profundos momentos de la vida femenina, mientras
otras mujeres, amigas, hermanas, se hacían cargo de sus deberes
domésticos en la comunidad. En estas “tiendas de la luna” no solo se compartían experiencias, sino también desde lo profundo se entretejía sabiduría femenina. Madres, abuelas, hermanas, tías, amigas...todas unidas en una sola hermandad
que sostenía a las mujeres como pilares fundamentales, para que estas
pudieran sostener a los nuevos miembros y así integrarse en armonía con
toda la comunidad y la naturaleza. Los ciclos de la mujer, al igual
que los ciclos de la Luna y de la Madre Tierra vivenciados con
reverencia y entendimiento de los ciclos mayores que danzan en el
Universo.
En nuestra cultura actual la valoración del principio femenino ha sido olvidado, perdiendo
la conexión con nuestra Gran Madre, la Madre Tierra. Hemos perdido el
respeto por los valores maternos de amor, protección, generosidad,
entrega y paz...por el contrario vemos como nos inunda la violencia, las guerras y el egocentrismo...en ello ha perdido toda nuestra Tierra y nosotras
nos hemos perdido a nosotras mismas olvidando esta sabia transmisión de
sabiduría femenina ancestral de resguardo y protección de la vida.
Actualmente
la exacerbación del individualismo y la competitividad de la sociedad
ha hecho que perdamos la vida comunitaria, esto ha hecho que las mujeres
vivamos solas y sin la contención cultural, el proceso de la
maternidad....
Ya no contamos con las voces de esas otras mujeres experimentadas ni escuchamos los susurros de las abuelas sabias... esa
voz familiar de “la que sabe” la mujer que por propia experiencia
conocía el arte ancestral de parir, de amamantar y de criar a los
hijos...ya no contamos con esa sabiduría de la abuela, de la madre, la
tía, la hermana, la amiga, la vecina que nos transmitía su profunda
experiencia de la maternidad y del ser mujer. Por
el contrario resuenan voces llenas de desconocimiento del propio cuerpo
femenino, miedo y temor a enfrentar la intensidad física y psíquica que
nos trae la maternidad, pérdida de confianza en los ciclos y procesos
naturales de la mujer, creencias erróneas cargadas de tabú, pre-juicios y
muchos “deber ser” forzados, en una sociedad alejada de lo esencial y
la armonía con su entorno, una sociedad artificial que aleja a la
mujer de su sabiduría y de su poder, que aleja a las madres de sus
bebés, que aleja a hombres y mujeres del contacto con el amor profundo
desde la llegada al mundo.
Ahora
dependemos de un experto externo que nos diga que hacer y que no
durante nuestra gestación, parto, post-parto, lactancia y crianza...un
experto, muchas veces desvinculado del contacto con la sabiduría más
profunda de la existencia, afirmado en lo que dicta la “ciencia”, muchas
veces sin con-ciencia.
En
nuestros días la maternidad se ha vuelto un proceso mecánico,
medicalizado y estandarizado y la vivencia de todo el proceso se hace
sin nuestras hermanas apoyándonos...
Es
por eso que es necesario recuperar esos espacios de empoderamiento de
la sabiduría femenina....redesperar esa antigua fuerza de “la que sabe”
por experiencia propia y reconstruir la comunidad centrada en el alma de
lo esencial, en el amor y la espiritualidad
que nos abre el inicio de la vida...para que así nuestros hijos e hijas
cuenten con un futuro que les asegure un resguardo de amor materno y
paterno que les permita desarrollarse con todo su potencial constructivo
para toda nuestra Tierra.
Es
así como los Círculos de Mujeres hoy nos posibilitan el reconstruir un
pedacito de esas voces antiguas que aún resuenan desde lo profundo de
esas “tiendas de la luna” hoy arquetípicas. Encuentros de Madres y mujeres que se transforman en espacios abiertos para gestar
entre todas esa nueva sabiduría acorde a nuestros tiempos de hoy,
retomar esas ancestrales escuelas de vida femenina, retomar el
conocimiento de nuestro ser mujeres y madres, con todas las diferencias y
con todo lo que nos une más allá de ellas. El poder tomar referentes, información, comprensión, contención, amor, apoyo y fuerza que se amplifica en círculo.
Disfrutar juntas en un círculo de mujeres la magia del crear vida, el bendecir la maternidad,
recuperar juntas la importancia de los ritos de paso que tanto se han
olvidado en nuestra acelerada sociedad y que nos hacen más llevaderos
los cambios de etapa, poder experimentar desde cerca la rueda de
amor y oxitocina femenina que generamos en los círculos femeninos por el
solo hecho de estar juntas y compartir nuestras experiencias y nuestras
almas.
Debemos
recuperar esos espacios que nos nutren y en ello nutren nuestra
vivencia de la maternidad. Lo hombres no están para nada excluidos de
este proceso, al contrario con mucho amor y conciencia lo pueden apoyar
y contener desde su forma masculina, sin embargo los círculos de
mujeres cuentan con la intimidad femenina de mujeres que desnudan sus
almas y al igual que cuando nos desnudamos físicamente, se nos hace más
natural hacerlo entre hermanas que comparten nuestros cuerpos y cuidan y
resguardan nuestra energía.
Al
igual que los círculos de mujeres podemos encontrar grupos de apoyo a
la lactancia, playgroups en los cuales se reúnen madres con sus bebés o
plazas repletas de niños con sus madres que acuden a jugar. Da lo mismo
la forma en que encontremos esos retazos perdidos de vida comunitaria y
construyamos sabiduría... Y si no encontramos un círculo cerca podemos
simplemente convocar uno, reunir a nuestras amigas y conocidas que estén
vivenciando el proceso de la maternidad y que estén con ganas de
compartir sus vidas y vivencias y que busquen ese abrazo de la tribu que
nos recuerda que el camino del ser mujeres y madres se hace más
llevadero cuando contamos con hermanas que nos acompañan en el camino. texto de Mahi, Carolina Barahona
0 comentarios