Chakras y los Arquetipos
enero 16, 2013
Chakras y los
Arquetipos
La conexión de los
arquetipos con los chakras es un nuevo concepto que surgió del intento de unir
la conciencia de la energía con el crecimiento personal.
¿Qué son los
Arquetipos?
Los Arquetipos son
espejos universales de todas las cualidades emocionales que surgen del núcleo
de la experiencia humana.
Respondemos a ellos
porque reflejan aspectos de nuestro inconsciente; cuando un personaje en una
película retrata a un héroe o a un villano, un huérfano, algo en nosotros se
conmueve, se identifica con alguno de esos personajes; esa es la respuesta ante
el arquetipo.
Jung los define
como “patrones de comportamiento” que constituyen una parte esencial de nuestra
conciencia, que si lo permitimos es capaz de iluminar nuestras formas
inconscientes de comportamiento y ayudarnos a iluminar nuestro inconsciente y
los aspectos más disfuncionales de nuestra personalidad
Los Arquetipos y
los Chakras
Nuestro Ser encarnó
en este planeta para aprender sobre la dualidad.
El transcurso de
nuestro aprendizaje se da a través de un movimiento pendular que va desde los
estados disfuncionales a los funcionales y viceversa.
Cada uno de
nuestros siete primeros chakras se relaciona con un arquetipo funcional y otro
disfuncional. Su nivel de vitalidad, bienestar y conciencia está asociado con
el arquetipo que contiene.
El grado de energía
positiva o negativa contenido dentro de cada chakra guarda correspondencia con
un determinado arquetipo.
Tanto los
arquetipos como los chakras reflejan un vínculo directo entre el modo en que
nos amamos a nosotros mismos y nuestros niveles de vitalidad, responsabilidad y
poder. Revelan igualmente las cualidades que poseemos las cuales brillan a la
Luz del Yo y aquellas de las que necesitan mayor conciencia y desarrollo.
El trabajo con los
Chakras nos ayuda a comprender dónde se bloquea nuestra energía, mientras que
el trabajo con los arquetipos nos muestra qué actitudes o aspectos emocionales
necesitamos examinar a fin de proseguir con la siguiente y más elevada.
Eligiendo el amor y
las actitudes positivas
Somos nosotros los
responsables de elegir el nivel de conciencia que deseamos. Existe ciertamente
más gozo y serenidad cuando vivimos desde la más elevada intencionalidad de ser
lo que podemos ser y amar a los demás como deseamos ser amados. Pero, para
alcanzar este estado, todos arrastramos viejos patrones que bloquean nuestro
bienestar y que necesitan ser modificados.
El crecimiento
personal y el desarrollo espiritual se centra en la capacidad para atravesar
esos impedimentos, y el poder estar conectados con nosotros mismos en cada
momento para poder identificar cuando estemos ante ellos para saber apreciar la
enseñanza encerrada en el proceso.
Cuanto más
amorosamente podamos vernos y ver al otro en ese aprendizaje, cuanto más
responsables seamos de nuestra vida, cuanto más ampliemos nuestro nivel de
conciencia lograremos una vida más plena y digna de ser vivida.
El Chakra Raíz
- Funciones
- Arquetipo disfuncional: la Víctima
- Arquetipo funcional: la Madre
Se localiza en el
perineo, entre el ano y los genitales. Guarda relación con el elemento tierra y
con todas las cosas sólidas y terrestres, como el cuerpo, la salud, la
supervivencia, la existencia material y monetaria, y nuestra capacidad para
atender y manifestar nuestras necesidades. Es la necesidad corporal de
mantenernos vivos y en buen estado de salud, y la necesidad mental de admitir
la limitación y la disciplina esenciales para su manifestación. Se vincula a
todas las partes sólidas del organismo, especialmente los huesos, el intestino
grueso (por el que transita sustancia sólida) y la masa muscular del cuerpo en
su conjunto. Las glándulas asociadas son las suprarrenales.
Este chakra se ocupa de los asuntos de la supervivencia:
los instintos, la lucha y la huida, la necesidad de paz y equilibrio. Cuando
este chakra no gira o lo hace lentamente amenaza a la propia supervivencia, a
nivel individual o colectivamente.
Cuando la
supervivencia se halla amenazada sentimos miedo, que es contrario a las
sensaciones de seguridad y tranquilidad, que son las que tendría que aportar
dicho chakra. Ante la amenaza de peligro o de una circunstancia urgente,
Muladhara se activa y el organismo reacciona al instante.
Si no equilibramos
este chakra crecemos sin echar raíces, faltos de fundamento, y nos faltará la
estabilidad indispensable al verdadero progreso. A falta de fundamento, somos
inestables. Significa que hemos perdido nuestra capacidad de contenernos, de
sujetarnos a nosotros mismos. Nuestra atención se distrae del momento presente.
El chakra raíz
corresponde a nuestra predisposición genética. Concierne a nuestros vínculos
con la tribu, el clan, la familia y la comunidad y su relación con el esfuerzo
y la prosperidad. Cuando este chakra es fuerte hay una sensación sólida y
decidida de que la vida es positiva. Cuando liberamos la energía del chakra
conquistamos una sensación de paz interior y seguridad.
Comprender el
chakra raíz a menudo requiere observar a la propia familia y la patología y
enfermedades de sus miembros. Esto creará una matriz de comprensión y una
visión holística de nuestra historia familiar y nos capacitará para descubrir
las buenas cualidades que hemos heredado, así como nuestra tendencia al miedo,
a la negación y a la duda, a las cuales volvemos en tiempos de crisis. Somos el
producto de nuestro pasado, así como ellos fueron el producto de su propio
pasado. Analizar la historia familiar es otra oportunidad para liberarnos de
actitudes que ya no nos sirven. Al liberarnos de las actitudes familiares
dispondremos de una mayor oportunidad para nuestro propio desarrollo. La
adaptación es la clave de la supervivencia.
Todos necesitamos
saber cómo conservar nuestra vitalidad para dedicarla a aquello que es
importante para nosotros. Ofrecer nuestra energía a personas que no nos apoyan
vacía nuestro espíritu.
Lo mismo sucede
cuando ponemos energía en cosas que no son convenientes para nosotros. La
negación del Ser da como resultado que se debilite la reserva de energía.
Siempre existe una historia detrás de una enfermedad, que refleja la merma
básica de energía. Esto tiene un origen emocional que se deriva del pensamiento
latente de que, lo que somos y lo que hacemos, no es suficiente. Los cambios
nos enseñan los agujeros en nuestra energía. Aceptar la verdad de que el cambio
es necesario para nuestro crecimiento nos mantiene flexibles y con capacidad
para adaptarnos a las situaciones de la vida. Aprender a fortalecer el chakra
raíz es una consecuencia de la aceptación de que los cambios exteriores pueden
ser rápidos y repentinos, mientras que los cambios interiores son lentos y
requieren paciencia, fortaleza y coraje.
Los arquetipos
asociados con el chakra raíz son: el de la "Madre Tierra" y
el de "Víctima". Representan la faz positiva y la faz
negativa del chakra.
Convertirse en la
Madre Tierra es un arquetipo positivo del chakra raíz y puede sanar sus
aspectos más conflictivos. Es esencial recordar que existen soluciones viables
para manejar los cambios externos. Solo se requiere abandonarse, no temer y
saber que algo bueno surgirá en nuestras vidas.
Este arquetipo está
asociado con la nutrición, la asistencia y el amor incondicional. Al reconocer
a la Madre Tierra que hay en nuestro interior (con independencia del
género) reconocemos que somos capaces de proporcionarnos a nosotros mismos toda
la seguridad física y emocional que necesitamos. Solo reconociendo que tenemos
la capacidad de satisfacer todas nuestras necesidades por nosotros mismos,
seremos capaces de reestructurar las experiencias en oportunidades de
autosuficiencia, fuerza e integridad emocional.
La seguridad
emocional procede del sentimiento de pertenecer a un grupo. Este aspecto
fundamental del bienestar psicológico se relaciona con el arquetipo de la
Madre. Éste exige aceptar la responsabilidad personal de la vida,
reconociendo que se toman las decisiones y se merece lo mejor que la vida puede
ofrecer. El conocimiento interior proviene de la aceptación de la propia
experiencia y de la confianza en los propios sentimientos. Cada vez que acepto
a la persona que soy, se intensifica el arquetipo de la Madre. Cuando
afirmamos nuestro derecho a vivir, afirmamos nuestra conexión con la tierra.
Potenciar estas actitudes positivas nutre al chakra.
Uno de los aspectos
negativos de este chakra es la inclinación a las dudas, el abatimiento y la
depresión. La incertidumbre merma nuestra confianza y agota nuestros recursos.
Esta es una receta para convertirse en Víctima, que es el arquetipo
negativo del chakra.
El chakra raíz
debilitado puede provocar enfermedad, incapacidad para arraigarse, traumas
graves o pérdidas, aunque el daño puede haber ocurrido en el pasado. La vida no
puede manifestarse completamente si el chakra raíz está congestionado con
actitudes negativas que limitan nuestra conexión con la energía. Si el chakra
está debilitado debido a muchas generaciones de amenazas, dificultades y riesgo
de aniquilación, la relación con la vida será débil y resultará difícil y
frustrante echar raíces. Comprender este chakra significa aceptar el dolor por
la pérdida, la separación, el rechazo y los abusos que tuvieron lugar en
nuestro pasado personal y ancestral.
Las Víctimas
disfuncionales son cada vez más un lugar común en nuestra sociedad, pues hay
gente que busca a los demás para culparlos de sus propios problemas. Si te
consideras Víctima, tú mismo te estás convirtiendo en un ser vulnerable,
lleno de necesidades, y por tanto, desenraizado, porque consideras cada
decepción, separación o pérdida como algo que no puedes controlar ni cambiar.
Subconcientemente sigues considerándote como el bebé que no puede levantarse y
alimentarse por sí mismo.
La Víctima se vuelve vulnerable, está llena de necesidades y carece de raíces.
Cree que no puede ejercer influencia, realizar cambios ni tener el control de
las situaciones.
Características del Chakra:
Demasiado abierto: es cuando el chakra gira a una velocidad excesiva. La
persona es desafiante, demasiado materialista, centrado en sí mismo y se
compromete con absurdas hazañas físicas.
Bloqueado: es cuando el chakra no gira o lo hace con demasiada lentitud.
La persona siente necesidades emocionales, baja autoestima, conducta
autodestructiva y es temerosa.
Equilibrado: es cuando el chakra mantiene el equilibrio y gira a la
velocidad correcta. La persona demuestra dominio de uno mismo, gran energía
física, bien enraizado y es saludable.
El Chakra Sacro
- Funciones
- Arquetipo disfuncional: el Mártir
- Arquetipo funcional: la Emperatriz o el Emperador
Su nombre en
sánscrito es Svadhisthana, que significa "Morada Propia" (lo que es
de uno) pero también significa "dulzura". Se visualiza como color
naranja. Se localiza en la parte baja del abdomen, entre el ombligo y los
genitales. Guarda relación con el elemento agua. De ahí la correspondencia con
las funciones orgánicas relacionadas con los líquidos: la circulación, la
excreción urinaria, la sexualidad y la reproducción. Y también con las
características del agua como la fluidez, la falta de forma permanente, la
movilidad y la entrega.
Se considera este
chakra como centro de la sexualidad, así como de las emociones, la sensación,
el placer, el movimiento y el instinto de protección. Los órganos relacionados
son los genitales, los riñones, la vejiga y el sistema circulatorio. Las
glándulas relacionadas son los ovarios y los testículos.
Es lo opuesto de la
quietud del primer chakra. Donde el primero retiene y crea estructura, el segundo
tiene por finalidad soltar y crear un flujo. El placer y la sensación son
rasgos esenciales del segundo chakra. Esencial para la salud del organismo, el
placer lo es además para rejuvenecer el espíritu y sanear nuestras relaciones
personales y culturales.
Los elementos
básicos del chakra son el movimiento y el cambio. Cuando nos emocionamos se
produce un movimiento de la conciencia a través del cuerpo. Este flujo de la
conciencia nutre el cuerpo, lo purifica, lo sana. Es un flujo de nuestra fuerza
vital, mediante la cual obtenemos el cambio. La conciencia progresa a través
del cambio. En eso consiste la esencia y la función de este chakra.
El chakra del sacro
se ocupa de la relación entre nuestras emociones y el bienestar, y de cuán
animados o deprimidos nos sentimos en relación con nuestras experiencias.
Este chakra
establece los límites (lo que es suficiente) de nuestros apetitos emocionales y
físicos. Su energía crea cambios que nos hacen sentir irritables, sensuales,
llorosos o agresivos. Tiene que ver con los deseos. Puede querer cada vez menos
o cada vez más. Ambos son aspectos de la misma falta de equilibrio que se basa
en una sensación de carencia y en una falta de capacidad de conocer la
verdadera medida de las cosas, situaciones o personas. Un sentido real de
bienestar, de placer y de abundancia es conocer realmente cuando, qué y quién
"es suficiente". La abundancia no se refiere a cosas materiales, sino
a su actitud en relación con lo que se tiene y a como se siente en relación con
las cosas. Cuando sentimos que lo que tenemos y lo que somos es suficiente, el
chakra funciona de un modo óptimo, y estamos tranquilos y complacidos. Cuando
se ama a sí mismo, se está feliz y agradecido, se encuentra a gusto con su
sexualidad, su cuerpo y su sensación de placer. Sabe quién es y lo que hace,
siente que lo que tiene es suficiente. De acuerdo a como fluye la energía en
este chakra tendremos mejor o peor relación con nuestra sexualidad y con
nuestra capacidad de disfrutar del placer.
Este centro trata
de lo que sentimos, tanto a nivel físico como emocional. Atender a nuestra
necesidad de expresión sexual es otra forma de admitir el placer en nuestra
vida. Nuestra capacidad para aceptar el placer depende de nuestras actitudes.
Es sano aceptar que somos seres sexuales y que tenemos cuerpos físicos que
responden al placer.
La forma en que
expresamos esta nueva conciencia en las relaciones depende de la imagen que
tenemos de nosotros mismos, de la conciencia de nuestro cuerpo y de nuestro
nivel de sensibilidad emocional. Tenemos muchas ocasiones para aprovechar esta
energía. Podemos utilizarla para que los demás aprecien nuestro atractivo.
Podemos sublimar esa energía a través de diversas actividades o podemos
compartirla con alguien que amamos y que nos valora. También podemos mantenerla
oculta y pretender que no existe.
Los arquetipos
asociados a este chakra son: el "Emperador" y el
"Mártir". La polaridad del placer y su realización o el
sufrimiento y el sacrificio.
El arquetipo
positivo es la Emperatriz/el Emperador que ama el mundo material y puede
vivir con gracia y generosidad disfrutando de la tranquilidad, la comodidad y
el placer. Puede ganar dinero y disfrutarlo, adora el placer y disfruta de un
tiempo para relajarse. Disfruta también al compartir su riqueza y su bondad con
los demás. Sabe cómo cuidar de sí mismo, respeta las necesidades del cuerpo
físico y tiene una sensación de bienestar y deleite. No se castiga ni se priva
cuando se trata de satisfacer sus deseos y necesidades, pues sabe que la
prosperidad y el placer son positivos. Por el contrario los alimenta y se
siente cómodo en la vida y en el plano físico.
La forma en que
consideramos y experimentamos el placer es parte de la función del chakra y
corresponde directamente a nuestra sensación de ser suficientes. Si estamos
realmente satisfechos con nuestra vida, no necesitamos probar nada a nadie.
Este chakra desempeña un papel directo en la forma en que respondemos a los
demás y en la sensación que experimentamos cuando permitimos que el bienestar
sea un componente importante en nuestra vida.
Es fundamental
advertir que podemos elegir producir cualquier cambio, ya sea placentero o
desdichado. Tenemos la capacidad de cultivar el placer a través de relaciones
sanas y de actividades que favorezcan la vida del cuerpo y la expresión de
nuestros sentimientos. Es decir, podemos optar por el placer y no por el dolor,
por la felicidad y no por la miseria, y así reflejar que nuestro chakra está
sano e íntegro. Este chakra fomenta el respeto por nuestro bienestar y nos
anima a mirar el lado positivo de cada situación.
Por otro lado los Mártires
tienen una cualidad agria. No disfrutan de la bondad ni de las cosas dulces
de la vida. De algún modo el placer los elude. Se castigan a sí mismos y a
aquellos con quienes se relacionan. La vida es concebida como algo pesado y
difícil. Utilizan su energía en cuidar a los demás, y se ofrecen a sí mismo muy
poco de lo que realmente necesitan. Sufren debido a una sensación de carencia.
Eligen mantenerse en el frío, apartados del amor, la calidez, la comodidad y el
placer.
Cuando nos
resistimos a alegrarnos por algo o alguien, reflejamos nuestra rigidez, nuestra
forma de castigarnos, y el odio que sentimos por nosotros mismos, proyectando
estos sentimientos en los demás. Cuando las personas se odian a sí mismas
arrasan con todo lo que llega a sus vidas. Este es el arquetipo del Mártir,
ese nivel de conciencia que rechaza el placer y se revela en el sufrimiento.
Este tipo de
sentimientos negativos afecta el modo en que experimentan los otros aspectos
del chakra, la capacidad de divertirse, conseguir riquezas, prosperidad y
tranquilidad.
El martirio implica
estar metido en un pozo de autoconmiseración, sin motivo para cambiar las
actitudes negativas que contribuyen a esa situación.
La vida de los Mártires
está sumergida en una sensación de carencia que da la justificación para no
cambiar de creencias y conductas, porque no hay suficiente buena fortuna en el
mundo y les ha tocado vivir la situación más difícil. Por eso gimen y se
quejan, pero no emprenden acción alguna. Más que el deseo activo de cambio y
desarrollo, tienen una aceptación pasiva de la vida.
Características del chakra:
Demasiado abierto: es cuando el chakra gira a una velocidad excesiva. Produce personas
emocionalmente desequilibradas, fantasiosas, manipuladoras y adictas al sexo.
Bloqueado: es cuando el chakra no gira o lo hace muy lentamente. Son personas que
son excesivamente sensibles, duras consigo mismas, se sienten culpables sin
razón alguna, sufren de frigidez o impotencia.
Equilibrado: es cuando el chakra gira a la velocidad vibratoria correcta. Estas
personas son confiadas, expresivas, en sintonía con sus sentimientos y
creativas.
El Chakra del Plexo Solar
- Funciones
- Arquetipo disfuncional: el Sirviente
- Arquetipo funcional: el Guerrero
El nombre en
sánscrito es Manipura que significa "Gema Brillante". Se visualiza
como color amarillo. Se localiza entre el ombligo y el plexo solar. Guarda
relación con el elemento fuego. Rige el sistema del metabolismo y es el
responsable de la regulación y la distribución de la energía metabólica en todo
el organismo. El aparato digestivo es parte importante de dicho sistema. Los
órganos asociados son los del aparato digestivo y los músculos. Las glándulas
son el páncreas y las suprarrenales.
El plexo solar es
una fuente brillante de poder para las personas que conocen su propio valor y
que tienen un sentido real de su identidad. Un plexo solar fuerte y flexible
proviene del hecho de aceptar los desafíos de la vida.
Cualquier actitud
negativa o poco afectuosa que tenga respecto de sí mismo resta fuerza a esta
energía vital. Uno debe estar dispuesto a desarrollar una sólida sensación de
su valía, tanto interior como exteriormente.
Cuanto más nos conocemos
y nos amamos, más cosas buenas llegarán hasta nosotros. Cuando construimos un
centro interior viable, todo lo bueno e íntegro de la vida es atraído por
nosotros. Este centro viable también se opondrá a todo lo que es negativo y
oscuro.
El chakra del plexo
solar es la sede de nuestros instintos. En él se digieren las experiencias de
la vida. Aquí bloqueamos nuestras emociones como la cólera, la agresividad, el
disgusto, el horror, el temor y también el miedo al fracaso y a la muerte. Aquí
es donde experimentamos la ansiedad y donde nuestro espíritu se siente
agobiado.
Representa el
poder, la acción, la voluntad, la vitalidad. Se trata de desarrollar el poder
como integración, la fuerza interior que nos conecta con las potencias de la
vida. El poder únicamente se ejerce haciendo algo y eso es potenciar los
cambios o las ideas. De este modo reemplazamos el "poder sobre algo"
por "poder para hacer algo". El verdadero poder de cualquier grupo u
organismo depende de su solidaridad, su unidad, su capacidad para combinar y
coordinar sus fuerzas internas. El poder dependerá también de nuestra capacidad
para combinar la diversidad y para sacar del todo alguna cosa nueva. Por obra
de la alienación y el aislamiento, hemos perdido el concepto del poder interior,
del poder de la conexión, de la unión, de la fusión. Y sin eso, no hacemos sino
anquilosarnos, perder nuestra chispa, nuestro entusiasmo, nuestra voluntad y
nuestros deseos. Generalmente se busca el poder por la satisfacción del amor
propio y no por la capacidad para servir mejor al interés general. El poder sin
finalidad es puro capricho, y muchas veces incluso peligroso.
El poder depende de
la energía, tal como la supervivencia depende de la materia y la sexualidad del
movimiento. Si queremos producir un cambio efectivo debe entrar en
funcionamiento la voluntad. De la elección nace la voluntad. En la voluntad se
combinan la mente y la acción, la dirección consciente del deseo, los medios
con los cuales creamos nuestro futuro. Sin voluntad no es posible el poder
personal y así ella se convierte en una clave primaria para el desarrollo del
tercer chakra. La verdadera voluntad requiere comunicación profunda con uno
mismo, confianza en el propio albedrío y disposición para asumir riesgos y
aceptar las responsabilidades que derivan de esos riesgos. El que se atreve a
usar su voluntad fortalece la conciencia en sí mismo, y ésta a su vez refuerza
la voluntad. Es como un músculo, para desarrollarlo hay que ejercitarlo. Igual
que el poder, la voluntad se asocia generalmente con las nociones de
disciplina, control y manipulación. Nuestra voluntad florece cuando estamos
relajados, felices y en sintonía con nosotros mismos. Para que la voluntad se
ejerza, es preciso también que permanezcamos en contacto con nuestros deseos.
Los atributos de poder del tercer chakra son la voluntad, la vitalidad y la
autodisciplina, que en último término derivan de la autoestima. Cuando ésta se
halla alta, actuamos con seguridad, aplomo, disciplina y entusiasmo vital.
Cuando está baja, andamos llenos de dudas y nos recriminamos a nosotros mismos.
Si esta zona está muy congestionada, puede conducir a una falta de energía
crónica. En caso extremo quedamos en un estado de inercia. Es un ciclo
paralizante.
Es lo que ocurre
cuando la vergüenza se apodera del tercer chakra. La vergüenza es la antítesis
de la autoestima. La manera en la que podemos demostrar nuestra autoestima y
poder personal se representa en los arquetipos asociados con este chakra: el
"Guerrero Espiritual" y el "Esclavo del trabajo" o
“sirviente”.
En su estado
óptimo, es representada por el arquetipo del Guerrero. Tiene un fuerte
vínculo con el sentido de la identidad personal y exige respeto y un
tratamiento positivo.
El Guerrero se mantiene firme frente al miedo y es un defensor de la justicia y la
seguridad.
El arquetipo del Guerrero
sabe quién es, y no renuncia a sus principios cuando se encuentra en medio del
cambio, es interiormente fuerte y posee generosidad de espíritu, independientemente
de lo que se diga o haga, acepta la realidad y el conflicto, considerándolos
una vía hacia la fortaleza.
Entre todas las
cualidades que posee, la que más se destaca a la hora de afrontar un cambio es
su sólida identidad.
Tienen un sentido
bien definido de sí mismos y su ego está intacto, atraen experiencias y
personas que las valoran y las fortalecen. Esto es importante, porque entonces
serán capaces de gobernar su energía en épocas de crisis y de cambio. No
permitirán que ninguna persona ni situación agote sus recursos.
El plexo solar es
el centro en el cual son importantes la individualidad, la flexibilidad del ego
y la identificación. Sin estas cualidades, trastabillamos en el mundo y nos
convertimos en personas susceptibles de ser manipuladas, explotadas y
maltratadas. Al vivir sin la obligación de comprometerse con la vida ni de
negociar para el propio provecho, tendremos un plexo solar debilitado, haciendo
todo lo que nos piden sin decidir si es conveniente para nosotros.
Caemos así en el
arquetipo del Esclavo cada vez que perdemos la conexión con nuestra
identidad personal. Más aún, si no sabemos quiénes somos no hay posibilidad de
crecer ni madurar.
Sin un sentido
correctamente desarrollado de la identidad personal, que nos permita afirmar lo
que valemos, podemos depender excesivamente de las experiencias externas y de
otras personas. Podemos buscar la valoración de los demás para sentirnos
importantes y valiosos y de este modo no conseguiremos desarrollar una
conciencia interna de quiénes somos y cuál es nuestra valía.
Aquellos cuyo plexo
solar no funciona adecuadamente son personas egoístas, rencorosas y resentidas
con cualquiera que ocupe su lugar. Logran que cualquier acontecimiento creativo
se torne en una situación difícil al minar el poder de los que están a cargo
del mismo, porque desean ser el foco de atención. Este arquetipo del Esclavo
ha vivido a la sombra de los demás durante tanto tiempo que está seducido por
el poder y por convertirse en algo especial.
Cuando el poder cae
en manos de personas codiciosas, inmaduras e irresponsables, los valores se
distorsionan y reina la confusión. Esto atenta contra la salud, la estabilidad
y la bondad natural de las personas. Aquellos que no se honran a sí mismos
abusan de los demás, porque no comprenden la responsabilidad que supone su
posición.
Características del Chakra:
Demasiado abierto: es cuando el chakra gira a una velocidad excesiva. Produce cólera,
excesivo control y adicción al trabajo. Estas personas expresan juicios sobre
los demás y se muestran superiores.
Bloqueado: es cuando el chakra no gira o lo hace muy lentamente. Produce personas
que se preocupan por lo que los demás piensan, tienen miedo de estar solas, son
inseguras y necesitan que las confirmen constantemente.
Equilibrado: es cuando el chakra gira a la velocidad vibratoria correcta. Son
personas que se respetan a sí mismas y a los demás.
El Chakra del
Corazón
- Funciones
- Arquetipo disfuncional: el Actor o la Actriz
- Arquetipo funcional: el Amante
El nombre en
sánscrito es Anahata que significa "Intacto". Se visualiza como color
verde. Está localizado en el corazón. Guarda relación con el elemento aire. Los
órganos asociados son: el corazón, los pulmones y la glándula Timo, también se
lo asocia con brazos y manos.
La misión del
cuarto chakra consiste en integrar y equilibrar los diversos aspectos de
nuestro ser. El chakra cordial es el centro del amor, es en el corazón donde
espíritu y materia realizan su fusión. El amor que experimentamos en el plano
del chakra cordial es claramente distinto del amor-pasión-sexo que corresponde
al segundo chakra. El amor sexual va orientado al objeto: estimula y dicta la
pasión la presencia de una persona, lugar o cosa, faltando la cual queda vacía.
En el cuarto chakra, el amor no está vinculado al objeto, es un amor que
irradia hacia todo lo que sale al paso, porque se siente dentro como un estado
del Ser. En contraste con la naturaleza cambiante del segundo chakra y sus
pasiones transitorias, el amor del corazón es por esencia duradero, eterno y
constante.
El amor es una
fuerza unificadora. Hace que las cosas se atraigan y las mantiene en relación.
Ante todo, se trata de concebir el mundo en términos de relaciones. Esto exige
la comprensión y la práctica del equilibrio en nuestro fuero interno, entre la
mente y el cuerpo.
El amor es el
sentimiento profundo de afinidad espiritual. Es la conexión con una profunda
verdad fundamental común a toda vida y que todos compartimos. Es el amor quien
nos mantiene en relación. Es el fundamento de lo que somos. El nivel de
conciencia del cuarto chakra percibe el mundo como una intrincada red de
relaciones, consolidada por la fuerza del amor y su equilibrio. Hay que buscar
el equilibrio entre el amor y la individualidad, lo que significa sacrificar un
poco de ambas cosas.
Para mantener
nuestro equilibrio nos es preciso alcanzar el entendimiento de todas nuestras
partes. Y eso es algo que no se consigue por la vía intelectual, sino que
proviene de una experiencia dinámica de nuestro centro, es decir del corazón,
que lo organiza todo y lo equilibra orgánicamente, siempre que se le conceda la
libertad para hacerlo. El aire simboliza la libertad. Cuando nos aferramos
demasiado a lo que amamos le causamos una sofocación, que es como privarla de
aire. Nosotros somos una combinación de muchas partes, y nuestra verdadera
fuerza, o nuestro poder, radica en la unidad y la armonía de esas partes. Solo
entonces somos capaces de darnos eficazmente a los demás. Cuando esas partes se
hallan sintonizadas con el centro, el corazón del organismo, también sintonizan
las unas con las otras y entran en un estado natural de afinidad. Sanar
significa volver al estado de integridad. Puesto que este chakra es el
integrador y unificador, se infiere que también tenemos ahí el centro de la
sanación. Y en efecto, el amor es la fuerza sanadora definitiva.
Siempre que
aceptemos las experiencias que nos hieren, ofrecemos al corazón un baño de
amor. Es la única opción real para rectificar el dolor emocional. El perdón,
junto con la liberación de la ira y de la aflicción, libera al corazón para que
sienta el amor en su estado natural. El perdón es una forma de amor por uno
mismo en la que liberamos al corazón del dolor para amar otra vez. Cuando
comenzamos por perdonarnos a nosotros mismos comprendemos que siempre hemos
hecho lo mejor que hemos podido ante cualquier situación. Aceptarse a sí mismos
fortalece el corazón. El amor por la vida nos alimenta y nos cura. Desarrollar
un corazón fuerte y flexible es una necesidad emocional y energética. Como el
corazón es el centro del sistema energético humano, puede resultar muy afectado
cuando se reprimen las emociones o cuando no se expresan abiertamente. Si
nuestro miedo latente es haber fracasado en obtener el amor que merecemos, la
aflicción se aloja en nuestro sistema. Aprender a convivir con la aflicción y
ofrecerle un lugar en nuestra vida nos hace sentirnos íntegros.
La sensación de
falta de valía personal que albergamos en nuestros corazones disminuye nuestra
fuerza. Almacenadas en los pulmones puede bloquear nuestra respiración y
congestionar el flujo de energía, logrando que fracase en su intento por
beneficiar nuestro cuerpo y nuestro espíritu.
La respiración es
una de las llaves principales que abren este chakra. El aire es, además, el
elemento que más rápidamente se distribuye por todo el cuerpo. Representando
asimismo el aliento, como proceso vital para las células, ya que con cada
inspiración pasa sin demora a la corriente sanguínea.
En el sistema
circulatorio, cuyo órgano principal es el corazón, cada aliento nutre y
mantiene este sistema. Además de mantener las funciones básicas de la vida, la
respiración es uno de los instrumentos más poderosos de que disponemos para
transformarnos a nosotros mismos, ya que sirve para quemar toxinas, desahogar
emociones reprimidas, modificar la estructura corporal y actuar sobre los
estados de la conciencia.
La respiración es
una de las pocas funciones del organismo que se controlan, tanto voluntaria
como involuntariamente. Al ejercer el aspecto voluntario procuramos
conscientemente mejorar nuestra capacidad respiratoria. Esta respiración
profunda es un proceso evolutivo favorable a efectos de curación.
La curación es el
restablecimiento del equilibrio en un organismo o de una situación. Cuando
nuestro chakra se halla equilibrado, nuestra mera presencia irradia amor y
júbilo. Ese amor es la esencia de la verdadera sanación.
Constantemente nos
movemos para acercarnos o alejarnos del amor, representando así los arquetipos
positivos y negativos de este chakra: el "Amante" y
"El Ejecutante" o “el
Actor o la Actriz”
Aceptar nuestra
necesidad de amar y ser amados es signo de madurez e integridad, este es el
arquetipo positivo. Los auténticos Amantes tienen la capacidad de amarse
a sí mismos incondicionalmente. Como no necesitan que las otras personas los
mantengan a flote, abren libremente su corazón y comparten con los demás la
aceptación de sí mismos. Estos individuos generosos y libres de espíritu, se
ofrecen sinceramente a los demás, porque saben que el núcleo de su Ser está
seguro. Al estar en contacto con sus emociones, enfocan con espíritu más ligero
sus relaciones, con la seguridad de que el perdón y la compasión están a su
disposición, internamente, en cualquier momento. El arquetipo negativo asociado
al chakra del corazón es el Ejecutante. Estas personas enmascaran las
heridas personales jugando a estar enamoradas, una experiencia muy distinta de
la de amar verdaderamente a alguien. Su camino es el de una actividad teórica y
cerebral, sin poner corazón y alma en la relación. El corazón puede cerrarse
debido al miedo, la duda y la desconfianza. Cuando un viejo bagaje emocional
está bloqueando el corazón, distorsiona la energía pura del amor inocente y
asume la forma de la deshonestidad, la malevolencia y la negatividad proyectada
hacia los demás. El corazón flaquea y se quiebra bajo el peso de estos
sentimientos y se cansa de llevar esta carga. Su energía, que fluye de una
forma natural, resultará bloqueada. En el Ejecutante, un ejemplo común
son los individuos dependientes, que buscan en el exterior el amor que ansían,
engañándose a sí mismos al creer que sus heridas se curarán si encuentra a
alguien de quien obtener fuerza. Sin embargo, el miedo a ser traicionado es una
de las disfunciones de este chakra y sabotea cualquier posibilidad de felicidad
auténtica con otro.
Características del chakra:
Demasiado abierto:
es cuando el chakra gira a una velocidad excesiva. Son personas posesivas, que
aman condicionalmente y se retienen emocionalmente "como castigo".
Son abiertamente dramáticas.
Bloqueado: es cuando el chakra no gira o lo hace muy lentamente. Produce personas
con miedo al rechazo, que aman en exceso, se sienten indignas de recibir amor y
sienten autoconmiseración.
Equilibrado: es cuando el chakra gira a la velocidad vibratoria correcta. Son
personas compasivas, que aman incondicionalmente, que alimentan a los demás, y
que desean tener una experiencia espiritual al hacer el amor.
El Chakra de la
Garganta
- Funciones
- Arquetipo disfuncional: el Niño Silencioso
- Arquetipo funcional: el Comunicador
El nombre en
sánscrito es Visuddha que significa "Purificación". Se visualiza como
color azul. Guarda relación con el elemento Éter. Se localiza en la garganta.
Los órganos asociados son el cuello, los hombros, los brazos y las manos.
Las glándulas son
las tiroides y las paratiroides.
El quinto chakra es
el centro del sonido, la vibración y la autoexpresión. Es el dominio de la
conciencia que controla, crea, transmite y recibe las comunicaciones, tanto en
nuestro fuero interno como en las relaciones con los demás. Es el centro de la
creatividad dinámica, la que sintetiza las ideas antiguas para dar lugar a algo
nuevo. Entre sus atributos figuran: el escuchar, el hablar, el escribir, el
canto, la telepatía y todas las artes, en especial las que tienen que ver con
el sonido y la palabra.
Este chakra ocupa
un lugar crucial como puerta entre la mente y el cuerpo. A medida que
ascendemos a los chakras superiores, nos alejamos de lo físico. La comunicación
es el primer nivel en que trascendemos lo físico. Es un acto de conexión. Es
uno de los principios unificadores de los chakras superiores. Es la transición
de una dimensión a otra. Este chakra es el puente entre el amor que emana del
corazón y la sabiduría del intelecto. Es el vehículo de nuestros sentimientos y
de los pensamientos que utilizamos para expresarlos.
Las cualidades del
chakra de la garganta son: la verdad, la comunicación, la fuerza de voluntad,
la creatividad y la integridad. Este centro fomenta la expresión emocional y
espiritual. A través de él expresamos el amor, la alegría, el miedo y nuestras
aspiraciones espirituales superiores. Las ideas, los sentimientos y las
opiniones también encuentran forma en este centro. Cuando nos lamentamos, nos
quejamos, suspiramos, nos reímos o gritamos, el timbre, el tono de nuestra voz
y las inflexiones del discurso reflejan si estamos abiertos o bloqueados.
También nuestros silencios reflejan nuestro estado interior y la forma en que
nos sentimos en relación con el mundo que nos rodea.
Cuando no somos
capaces de hablar de lo que pensamos, dependemos de que los otros nos digan lo
que deseamos. Esta represión, la negación resultante y la esperanza infantil de
que los demás conozcan lo que deseamos y necesitamos, nos paraliza. Por el
contrario, el discurso nos libera, ofreciéndonos la capacidad de vivir nuestra
vida y expresar nuestros pensamientos, ideas y sentimientos. Lo que se expresa
verbalmente con palabras es nuestra intención consciente. Lo que se expresa con
suspiros, es signo de que no se expresan abiertamente los sentimientos. La
mayoría de las personas no están preparadas para expresar la profundidad de sus
sentimientos. Eligen la seguridad antes que la honestidad. Sus chakras de la
garganta se congestionan con la energía que finalmente llega a estancarse.
Siempre que reprimimos nuestra verdad, nos sentimos impotentes. Expresarse es
vital para las relaciones, por el respeto que se otorga a lo que uno piensa y
siente. Tenemos que encontrar el equilibrio entre lo que decimos y lo que
sentimos que es correcto. Esto requiere madurez y no siempre acertamos. Pero
nuestro sentido de la verdad se desarrolla y fortalece con el tiempo y la
experiencia, de manera que seremos cada vez más capaces de discriminar quién o
qué es más conveniente para nosotros.
En el centro de la
energía que tanto tiene que ver con la comunicación existen dos arquetipos que
están muy relacionados con la posibilidad de expresarse con claridad y en forma
directa lo que se trata de decir. Estos arquetipos son: el
"Comunicador" y el "Ser Enmascarado" 0 “el niño
silencioso”.
En el
Comunicador, la forma adecuada de expresar la verdad se puede observar por
la forma en que se comunica con los demás. Cuando se integra la espiritualidad
con la conciencia sobre el flujo de la energía que circula por el cuerpo,
ofrecemos a los sentimientos un espacio legítimo en el que puede expresarse.
Esta práctica libera la energía y abre la mente, la garganta y el corazón. Se
aprende a sentirse cómodo con el lado sombrío de la personalidad. Los
Comunicadores reconocen su derecho a expresar la cólera o su sentimiento de
haber sido heridos, pero lo hacen de tal manera que no acusan a los demás.
Integran corazón y mente en sus comunicaciones con los otros. Reconocen también
el poder de la palabra hablada y escrita y, aceptando la responsabilidad de sus
sentimientos, no abusan de ellas.
Cuanto más libres
se sientan para expresar sus pensamientos y sentimientos, más reguladas estarán
sus funciones emocionales y mentales. Cuanto más en contacto estén con lo que
son, más familiar se tornará su voz interior. Cuando aceptan esta voz interior
y se fían de ella, saben que proviene de un lugar de amor, paz y bondad, y que
pueden actuar de un modo positivo y consciente.
En los Comunicadores
lo que fortalece la garganta es una sólida voluntad, comprometida con la vida y
con la expresión de sus verdades. Al defender sus principios, cuando el mundo
intenta convencerlos para que sean diferentes a lo que en realidad son, revelan
una sana consideración por la verdad. También se requiere una firme sensación
de integridad para mantener su ser interior intacto a través de los momentos
buenos y malos de la vida, sin necesidad de culpar a los demás ni caer en la
desesperación. Es en este arquetipo donde necesitamos honrar nuestro compromiso
espiritual, escuchar nuestra verdad interior, reforzar nuestra capacidad de
amar y concentrarnos en nuestra experiencia. Si hay pérdidas de energía en este
chakra debido a la represión, la energía negativa se fijará en el cuerpo y
formará la musculatura y el estilo del carácter de una persona. El arquetipo
negativo asociado al chakra de la garganta es el Ser Enmascarado. Es
alguien incapaz de expresarse abierta y sinceramente. Cuando las personas están
atrapadas en su negatividad no expresada, sus voces son crispadas, sus sonrisas
forzadas y sus acciones revelan que han caído en la trampa de no expresar los
sentimientos. Debido a su represión, puede sentir ira y resentimiento por
situaciones que han pasado hace mucho tiempo. Esta es la energía que estrecha
las paredes de los vasos sanguíneos, eleva la tensión hasta niveles de estrés y
desgasta el revestimiento del estómago. Esta energía nunca se elevará hasta la
mente superior para ser expresada como pensamientos, opiniones o tomas de
conciencia, y debido a esto se puede producir una inflamación de los tejidos,
rigidez en los huesos y otros problemas derivados del bloqueo energético. Esta
energía desea ser liberada de un modo consciente, para dirigir esa toma de
conciencia hacia un nivel más espiritual. Al no poder expresarse, la persona se
deprime, se entristece, o se enfada y culpa a los demás por todo lo malo que le
ha sucedido. Abandona la paz interior y erosiona la tranquilidad por el hecho
de quedarse fijada a la negatividad y a los sentimientos densos y negativos.
Esto reduce la energía y limita la capacidad para abordar el cambio. Si siente
que no merece el amor, el respeto ni la amabilidad, considera que los
sentimientos no son importantes, por lo tanto evita compartir el ser interior
con las personas más allegadas. Esto puede conducir al aislamiento, la soledad
y la alienación. Limitamos el crecimiento personal y el desarrollo interno cuando
se silencia nuestra opinión. Se ahoga con los sentimientos y sufre porque cree
que no tiene el derecho legítimo de expresarse.
Características del chakra:
Demasiado abierto: es cuando el chakra gira a una velocidad excesiva.
Produce personas que hablan en exceso, son dogmáticas, santurronas y
arrogantes.
Bloqueado: es cuando el chakra no gira o lo hace con demasiada lentitud.
Produce personas que evitan la autoexpresión, que no tienen confianza y que
mantienen opiniones incoherentes.
Equilibrado: es cuando el chakra mantiene el equilibrio y gira a la
velocidad correcta. Produce personas que son buenas comunicadoras, satisfechas,
a quienes les es fácil meditar y son artísticamente inspiradas.
El Chakra tercer
ojo
- Funciones
- Arquetipo disfuncional: el Intelectual
- Arquetipo funcional: el Intuitivo
Su nombre en
sánscrito es Ajna que significa "Percibir", "Conocer". Ello
nos da una idea de la doble naturaleza de este centro: recibir imágenes por la
percepción, pero también formar imágenes a través de las cuales nos adueñamos
de la realidad, en el proceso llamado comúnmente de visualización creativa. Se
visualiza como color celeste. Se localiza en un punto ligeramente por encima
del entrecejo. Los órganos asociados son los ojos y la glándula es la pineal.
El elemento correspondiente es la luz. Está asociado, pero no identificado con
el tercer ojo, el órgano etérico de la percepción parapsíquica que flota entre
los ojos del cuerpo físico. Podríamos considerar al tercer ojo como el instrumento
psíquico del sexto chakra, al igual que los ojos físicos son instrumento de la
percepción para el cerebro.
El chakra del
entrecejo está compuesto por la objetividad, la inteligencia consciente, los
pensamientos sintéticos y analíticos, la memoria, la capacidad de aprender (lo
que denominamos educación) y la habilidad para conocer lo que hemos aprendido
(lo que llamamos sabiduría). El discernimiento, la imaginación y la intuición
también son aspectos importantes de este centro.
Conocer que quieren
decir las cosas es una de las funciones de este chakra. Ayuda a discernir qué
es lo positivo que han aportado ciertas personas o lugares. Revela lo que ha
sido útil y lo que ha creado lucha, falta de armonía y sufrimiento. Enseña la
verdadera naturaleza de la realidad. Si estamos felices y abiertos a las cosas
buenas de la vida, somos capaces de crear más cosas buenas para disfrutar de
ellas. Si estamos convencidos de que dichas cosas llegarán a nuestra vida,
generalmente lo hacen. Por el contrario, si somos negativos, escépticos y
estamos asustados, las experiencias en la vida estarán teñidas de esas
vivencias.
Sensible al
pensamiento y a las emociones, actúa elevando el ánimo. Evalúa los encuentros y
las vivencias como positivas o negativas, ilumina las experiencias y ofrece paz
interior y armonía cuando se vive en consonancia con los principios
universales. Este centro tiene la capacidad de controlar las respuestas ante
las situaciones con el fin de que nos expandamos para aceptar la realidad o
que, por el contrario, nos apartemos de ella. Adquiere su poder total
tardíamente en la vida, ya que prospera cuando las elecciones reflejan que se
han internalizado las experiencias, tal como el amor, la buena salud, la
seguridad o la abundancia. Funciona aún mejor cuando se busca calidad y
profundidad en las experiencias. Sin embargo, también es capaz de atraer los
objetos externos que se necesitan para sobrevivir y prosperar.
El chakra se abre
cuando asumimos mayores niveles de responsabilidad en la vida y cuando se
conquista la calidad de vida que se desea. El crecimiento interior y la madurez
están profundamente conectados con este chakra. Es el lugar donde somos capaces
de mirar en lo profundo de la propia naturaleza para evaluar las elecciones.
Cuando dudamos de nosotros mismos o estamos en conflicto con el conocimiento
interior y las acciones externas, el centro se cierra, la capacidad de juicio
resulta afectada y se toman decisiones basadas en razones equivocadas.
Este centro hace
todo lo posible por ayudar al cuerpo a que afronte los cambios, estimula las
hormonas que lo mantienen en forma y lo preparan para el cambio. Se aborda el
cambio desde un punto de vista diferente. El cambio no produce miedo, sino
transformación. Se puede utilizar el ojo interior para evaluar y discernir si
las cosas son adecuadas para que ayuden a formular lo que se desea. El cambio
ofrece nuevas experiencias, nuevas personas y a veces incluso nuevos lugares.
Nos ofrece los instrumentos de sabiduría, conocimiento, discernimiento, imaginación
e intuición. La forma en que se emplean dichos instrumentos depende de lo
responsable que se sea de los actos Se tiene la capacidad de transformar a
niveles profundos y maravillosos. La elección es nuestra.
Los arquetipos del
chakra sexto son como la representación misma de los dos hemisferios
cerebrales. Por un lado, la parte de la razón que se atiene a lo que dicta la
lógica y, por el otro, el lado creativo que nos impulsa a adoptar posturas o
acciones totalmente nuevas que permiten ir más allá. Por lo tanto los
arquetipos son: el "intuitivo" y el "Racionalista".
El arquetipo
funcional de este chakra es el intuitivo, lo que no solo se refiere a
las personas que utilizan sus poderes en un sentido profesional, sino a todo
aquel que confía en que las respuestas a los desafíos de la vida estén en su
interior. Una vez despiertos a la necesidad de escuchar, desarrollando el
chakra de la garganta, los intuitivos escuchan en su interior. Reconocen
que la sabiduría del chakra del tercer ojo es como un susurro que no puede ser
oído a menos que se aquiete el ruido de la vida cotidiana. Por eso se reconoce
la necesidad de la meditación y la contemplación, con el objeto de que brillen
su creatividad e intuición. Esta forma de pensar está dirigida hacia el interior
y se puede evaluar mediante una escala objetiva para reflejar el crecimiento y
la sanación. Este modo de pensar no es analítico, sino más bien simbólico e
imaginable.
Tras haber afinado
las habilidades, los intuitivos suelen convertirse en artistas
excepcionales, en sanadores y terapeutas. Conocen la diferencia entre teoría y
práctica: que el individuo realmente dotado no es aquel que vive "como los
libros", sino quien confía que su instinto le proporciona percepciones
únicas.
El arquetipo
disfuncional es el racionalista, que permite el predominio del
hemisferio cerebral izquierdo, usualmente por el miedo y la inseguridad que
siente ante la idea de desmantelar el mundo seguro en el que ha crecido y se ha
limitado. En realidad, los racionalistas no son simplemente personas que
adoptan una idea "científica" con respecto a todo. Este grupo también
incluye a los controladores y a los perfeccionistas, los que no pueden aceptar
los fallos humanos de los demás y son igualmente duros consigo mismos. Temerosos
de conocer cosas que prefieren ignorar, no están dispuestos a mirar en su
interior. Hay quienes pasan de una experiencia a otra sin detenerse a
reflexionar y nunca accederán a la sabiduría. Repetirán las mismas
equivocaciones una y otra vez sin comprender lo que les ha sucedido. La
resistencia al cambio hace que las personas desgasten su energía vital, mermen
su voluntad y envejezcan y se agoten antes de tiempo. No saben apartarse de las
cosas que les quitan su energía. No han desarrollado la discriminación, ni la
habilidad para saber si algo es bueno o malo para ellas.
Al haber elegido no
confiar en sus sentimientos, sus intuiciones y sabiduría interior, quizás
porque fueron ridiculizados en su infancia, el racionalista se obliga a
mantener una serie de normas que cada vez le aíslan y limitan más.
Características del chakra:
Demasiado abierto: es cuando el chakra gira a una velocidad excesiva. Son
personas muy lógicas, dogmáticas, autoritarias y arrogantes.
Bloqueado: el chakra no gira o lo hace con demasiada lentitud. Son
personas indisciplinadas, que temen al éxito, con tendencia a la esquizofrenia
y con miras muy bajas.
Equilibrado: es cuando el chakra gira a la velocidad correcta. Son
personas carismáticas, muy intuitivas, no están apegadas a las cosas
materiales, pueden experimentar fenómenos inusuales.
El Chakra Coronario
- Funciones
- Arquetipo disfuncional: el Egoísta
- Arquetipo funcional: el Gurú
El nombre en
sánscrito es Sahasrara que significa "Multiplicado por mil". Se
localiza en la membrana del cráneo en la coronilla, en la parte superior de la
cabeza. Se visualiza como color violeta. Está vinculado elementalmente con la
energía y el pensamiento cósmico.
El séptimo chakra
se vincula a la mente y especialmente la lucidez. La mente va asimilando la
existencia, confiriéndole sentido, y construyendo el sistema de creencias.
Estos son los programas maestros a partir de los cuales edificamos la realidad.
Por eso, este chakra es el chakra maestro y se relaciona con la glándula
maestra del sistema endócrino, la pituitaria.
Fisiológicamente,
guarda correspondencia con el cerebro y más especialmente con la parte superior
o córtex cerebral.
Funciona como una
antena, un receptor de la energía divina que llega a nosotros en la forma de
inspiración, guía y protección. Nos pone en contacto con lo eterno, lo que no
muere, la parte permanente del alma. La sabiduría de cada vida se acumula en
este centro y representa la trascendencia total de lo que es terrenal, fugaz y
transitorio. Es la conciencia de uno mismo y del universo al mismo tiempo. El
chakra corona representa un estado iluminado de conciencia que en hindi se
conoce como Samadi. Mientras nos movemos en la incertidumbre de la vida con
este chakra abierto y funcionando correctamente, advertimos y experimentamos la
presencia de la guía divina en todo lo que hacemos. Nos inspira mientras
recorremos el camino que hemos elegido.
La consciencia de
que formamos parte del todo y de que el todo es parte de nosotros se convierte
en una realidad viviente cuando se abre este chakra. Necesitamos un sistema
energético equilibrado para que el chakra funcione correctamente y esté sano.
Se abre tardíamente
en la vida, una vez que se ha aprendido la naturaleza espiritual de la
existencia y a ser capaces de afrontar la responsabilidad de servir al mundo y
al planeta. Si se activa demasiado pronto, es posible que alguna otra parte del
sistema energético no esté funcionando correctamente y acaso experimente locura
temporal, confusión e indecisión. Cuando se desarrolla por sus propios medios,
la persona está preparada para asimilar las verdades espirituales y vive libre
del ego y receptiva a la voluntad de Dios. Las personas que siguen un camino
espiritual y que no están afiliadas a una religión pueden abrir el chakra
viviendo la vida según sus verdades superiores.
Otra forma en que
se puede abrir este centro es a través de la creatividad. Cuando encontramos
armonía interna a través de la aceptación de un poder superior, somos capaces
de crear y manifestar la armonía externa. Este chakra es el centro de la
inspiración, la sanación, la belleza y la serenidad.
Uno de los aspectos
agradables del chakra es su afinidad con la belleza, que abre la mente a los
reinos de las posibilidades que encantan, sanan y relajan la psíque.
La serenidad es un
aspecto importante de este chakra. Es más profunda que la calma y nos ofrece
paz mental, nos coloca en el presente y de este modo cualquier cosa que hagamos
estará bien: no hay resistencia ni separación. No tiene importancia donde nos
encontremos ni que estemos haciendo, estamos viviendo el presente. La verdadera
serenidad proviene de la aceptación de los deseos, de las emociones y de la
naturaleza. Significa sentirnos cómodos con lo que somos. Este es el chakra que
mantiene la comodidad necesaria para la estabilidad.
Al centrar la
atención en la meditación ayudamos que el chakra se mantenga activo y abierto.
Cuando se activa el chakra corona, una paz muy profunda desciende sobre el
cuerpo/mente/espíritu.
Cuando llevamos una
vida consciente, somos seres espirituales. Nos identificamos con esa parte de
nosotros mismos en la que somos uno con el espíritu, uno con el alma.
Todos estamos
conectados con la Fuente. Habita en el interior de todos nosotros y tiene la
identidad integral como presencia viviente en nuestro interior. Es preciso
reconocer la Fuente cuando tenemos este nivel de conciencia. Las personas que
están conectadas con el poder superior saben que cualquiera que sea su destino
o karma, ésta forma parte de lo divino.
Los arquetipos,
asociados a este chakra son: el "Gurú" y el "Egocéntrico".
El título de gurú
no solo es aplicable a un místico que está sentado en la cima de una montaña
meditando sobre la vida. Ese estado lo pueden lograr igualmente aquellos cuyo
triunfo es tan grande como el del egocéntrico. Sin embargo, el gurú tiene
una perspectiva expansiva de su situación en el mundo. Puede concentrarse en
objetivos específicos y alcanzables, pero sabe que hay infinitas posibilidades,
más de las que la mente humana puede imaginar, a través de las cuales estos
objetivos podrían realizarse. Por tanto, están abiertos y dispuestos a aceptar
lo inesperado, lo extraño, las coincidencias. El gurú acepta lo poco que
sabe, por lo que confía en que su conexión con su ser superior le proporcionará
siempre el camino o la respuesta adecuada. Estos individuos irradian una calma
interior que procede de una aceptación total de quienes son realmente, sin
importarles lo que son. No son seres humanos intentando ser espirituales, sino
seres espirituales aprendiendo las lecciones emocionales vitales al llevar
temporalmente el mando de lo espiritual.
Las personas que
viven de acuerdo con la conciencia espiritual superior no suelen poner sus
energías en las luchas por la vida. Se dedican a enseñar, a guiar y a inspirar
a los demás para que encuentren su propia magia y cultiven sus propios dones.
Se esfuerzan por ayudar a los demás a liberarse. Estar en presencia de personas
tan iluminadas es una experiencia única y maravillosa. Son seres tan ligeros
que no supone ningún esfuerzo estar con ellos. Su energía es fresca y libre,
alegre y serenamente energizante.
Las necesidades
físicas mundanas de la vida cotidiana son de gran importancia para sostener a
una persona que tiene una conexión con los reinos superiores. El aislamiento y
las conductas selectivas y exclusivas crean una fuerte sensación de separación.
Sin embargo, a veces las personas que viven principalmente en los reinos superiores
necesitan soledad y privacidad para calmar y proteger sus delicados sistemas.
El arquetipo
disfuncional es el egocéntrico, que es arrogante y centrado en sí mismo.
Su expresión común es "yo creo mi propia suerte". Por su
concentración total en el mundo material y en la ilusión de que lo controla, el
egocéntrico no tiene conciencia de lo divino, ni relación alguna con
ello. Estos adictos del control se consideran totalmente responsables de todos
los beneficios que consiguen en la vida. Ciertamente, su bienestar psicológico
depende en gran parte del éxito material, pues los egocéntricos se
identifican exclusivamente con lo que hacen, no con quienes son. El problema es
que están tan atareados concentrándose en su destino que se olvidan de
disfrutar del viaje, y su tendencia a la adicción al trabajo a menudo los deja
solos y sin gratificación a los niveles más profundos.
La perspectiva del
mundo que tiene el egocéntrico es mecanicista, pues no tiene tiempo para nada
que no se pueda explicar lógicamente. Por eso no consigue obtener beneficios de
todo lo que de misterioso e inexplicable hay en la vida.
A veces, quizás muy
tarde, cuando los atavíos del éxito, sobre todo el estatus en el trabajo, ha
desaparecido con la jubilación o porque ha perdido el empleo o porque su salud
sufre por causa del estilo de vida que ellos han elegido y consideran bueno,
los egocéntricos se ven obligados a enfrentarse a su bancarrota
espiritual. La autodeterminación y el rígido control de su propia vida hace que
valoren más el materialismo, para descubrir (cuando ya no tiene significado),
que carecen de los recursos interiores necesarios para obtener más de la vida.
Características del chakra:
Demasiado abierto: es cuando el chakra gira a una velocidad excesiva. Son
personas psicóticas o maníaco depresivo, con expresión sexual confusa,
frustradas, con la sensación de que el poder no se ha realizado.
Bloqueado: el chakra no gira o lo hace con demasiada lentitud. Son
personas constantemente agotadas, que no pueden tomar decisiones y no tienen
sentimientos de pertenencia.
Equilibrado: es cuando el chakra gira a la velocidad correcta. Son
personas con personalidad magnética, logran "milagros" en la vida,
son trascendentes y están en paz con el ser.
Bibliografía:
"Nueva guía de los
chakras". Anodea Judith.
"Los chakras y sus
arquetipos". Indra Devi.
"Introducción a kos
chakras". Peter Rendel.
"Los chakras".
Harish Johari.
"Los chakras y los
cambios de vida". Ambika Wauters
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