Entrevista a Rosa Jové sobre bebés y niños de alta demanda: parte 2

abril 21, 2013

Una de las mayores preocupaciones que tenemos las mamás de niños de Alta Demanda, es que duermen poco y despiertan a menudo. Además duermen muy intranquilos.

¿Por qué duermen de esta manera? ¿Siempre van a tener este patrón de sueño? ¿Cómo evoluciona su sueño? ¿Tardan más en alcanzar las noches del tirón?

Si antes he explicado que los niños de alta demanda obedecen a diferentes causas, también sus alteraciones de sueño van a obedecer a diferentes causas. Por ejemplo los niños con un temperamento con poca ritmicidad les va a costar más coger el ritmo normal, suelen dormir las horas que necesitan a lo largo del día, pero les cuesta acostarse o levantarse a la misma hora porque la ritmicidad está baja (son caóticos). En cambio los niños con altas capacidades son niños que duermen pocas horas (se despiertan de madrugada o se acuestan muy tarde) pero son más rítmicos. Los niños con hipersensibilidad duermen mejor si las condiciones son mejores (con mamá, con poca ropa, con poco ruido etc..).

En general quiero tranquilizar a los padres porque no siempre tendrán ese patrón de sueño y alcanzaran las noches del tirón. ¿Cuándo? entre los 2 y los 5 años si no se hace nada, pero si se sabe la causa se puede solucionar mucho antes.


Aunque comentas que la Alta Demanda puede deberse a diversas causas: altas capacidades,  hipersensibilidad sensorial, temperamento y  sensibilidad emocional, muchos niños poseen todas estas características a la vez. Esto hace que estos niños sean extremadamente intensos y que por tanto su comportamiento sea a veces un poco difícil: tienen más rabietas y durante más tiempo, son perfeccionistas y tienen una energía enorme. ¿Algún consejo para los padres para ayudarles a gestionar sus rabietas y para que puedan canalizar esa energía inagotable?

Pues hay varios consejos que pueden funcionar en prácticamente todos los casos. 

1- El primero es no aumentar la tensión en estos niños, es decir ser más tolerante con ellos. Son niños que bajo presión se enervan mucho más de lo habitual, disparándose sus niveles de cortisol hasta niveles tóxicos en algunos casos. Hay que buscar la frontera entre educarles y agobiarles, y no traspasarla. Por ejemplo si notamos que han tenido una tarde un poco “dificil” mejor no incrementar sus niveles de estrés y hacer la vista gorda a la hora de recoger los juguetes (si sabemos que eso le va a producir malestar). No hay nada en la educación de un niño que, porque no se haga un día, no podamos recuperar al día siguiente

Se puede educar sin agobiar. Igual que se puede dirigir una empresa sin agobiar a los trabajadores. 

2- Decía Freud que “la ciencia aún no ha producido un medicamento tan eficaz como son unas pocas palabras bondadosas”. Y es cierto: una palabra amorosa dicha a tiempo derrumba los muros más altos y mueve montañas. Así pues siempre que nos dirigiremos a nuestro hijo emplearemos el máximo (hasta casi la exageración) de palabras cariñosas con él.

Por ejemplo decir: “¿Quién es el niño más guapo y más simpático que me dará el juguete que ha caído al suelo?” en lugar de: “dame el juguete del suelo” suele tener más posibilidades de éxito. Además se calmará y rebajara su demanda. ¿Por qué? A la gente (y los niños no son una excepción) nos gusta escuchar cuando alguien dice cosas bonitas de nosotros y ponemos atención en ello dejando de lado incluso lo que estamos haciendo o relajándonos. No subestiméis el poder de vuestras palabras amorosas, siempre y cuando las digáis de corazón y no por decir.

En bebés que aún no hablan, ni entienden, el solo hecho de escuchar la voz de su madre diciéndoles cosas bonitas también les sirve. Puede que no entiendan el qué dice, pero seguro que saben que es amor.

3- Busque alguna actividad cada semana que les ayude a sacar tensiones. Cada niño es diferente pero el dejarles correr libremente (no vale ”juanito no te separes mucho de mí que puedes hacerte daño”), hacer una actividad libre (sin que la dirija ningún adulto) suelen funcionar. Si en el primer y segundo punto buscábamos como no cargarles más de tensión, aquí lo que buscamos es descargar la que ya tienen.

4- A partir de que ya tienen un lenguaje (hacia los 3 años) cuando haya que llevarles la contraria en algo, para que no se estresen más, suele funcionar el utilizar una técnica que se resume en tres pasos:

  •  Comprensión: se trata de explicarle a nuestro hijo que entendemos sus motivos (aunque no sean los acertados) o que podemos entender lo que le ha llevado a pensar o hacer una cosa. Eso va a conseguir que nuestro hijo siempre se atreva a decir lo que piensa porque sabe que nunca va a ser censurado ni insultado por ello, sino respetado, y sabrá que intentamos comprenderle. Es lo que le animará a seguir pensando y tener ideas propias sin miedo a que sean equivocadas. Se calma su sistema emocional.

  •   Educación: se trata de explicarle las normas o el porqué de lo que le pedimos. También es la explicación de porque su idea no es exactamente la correcta y puede mejorarse.

  •   Elección: Si queremos que se convierta en un adulto que sepa tomar buenas decisiones, en algún momento habrá que empezar a dejarle tomarlas. Este es el mejor momento porque su mente pensante, la que es capaz y debe aprender a tomar decisiones bien fundamentadas (tanto con la razón como con el corazón) se está formando. Se activa la capacidad de pensar y de decidir para superar un problema.

  

Veamos un ejemplo práctico:

Papá: —¡Noemí, a comer! (Hay verdura o cualquier alimento que no sea del gusto de la niña).

Noemí: —¡No quiero!


PASO 1: COMPRENSIÓN.

Papá: —¡Te entiendo! No te gusta la verdura y prefieres los macarrones de mamá ¿verdad?


PASO 2: EDUCACIÓN.

Pero tú sabes que hay días en que necesitamos comer verdura.


PASO 3:ELECCIÓN.

¿Qué te parece? ¿Te la comes toda y te dejo elegir un postre o te comes la mitad y tomas una fruta para compensar?
¿Crees que la Alta Demanda pueda tener un componente hereditario o genético?

Depende. Para los niños con altas capacidades es prácticamente seguro pero para los niños con entorno hostil no lo es. En general sí que hay un componente hereditario y/o genético en la mayoría de los casos, pero no en todos.
¿Pueden ser útiles los grupos de apoyo donde te rodeas de otras mamás en tu misma situación?

La gente que tiene una preocupación busca siempre la ayuda de otros para afrontar esos momentos.  La crianza no deja de ser una preocupación para muchos padres por eso  existen grupos de apoyo a la lactancia, grupos de apoyo a la crianza… y otros grupos para ayudar a afrontar diversos problemas.  En estos grupos la ayuda suele venir de las estrategias que han utilizado otros padres y que funciona, así como la fuerza y trabajo de cada uno de sus miembros para aportar información, contactar con profesionales etc… Ya se sabe “la unión hace la fuerza”.

fuente:  http://crianzadealtademanda.blogspot.com.es/

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