DE PAREJA A TRÍO: crisis de pareja tras el nacimiento de un hijo. Entrevista a Mónica Felipe-Larralde

junio 08, 2015

Los cambios son una gran oportunidad de crecer en la Vida y los hijos son “los cambios” que más afectan a cada uno individualmente, a la pareja y al entorno familiar. La autora especializada en mujer y maternidad Mónica Felipe-Larralde* ha publicado recientemente el libro “De pareja a trío. Crisis de pareja tras el nacimiento de un hijo” y en esta entrevista nos explica más sobre esta tan importante y poco abordado socialmente.


Estas son sus palabras:
1. Parece obvio que cuando se tiene el primer hijo se pasa de pareja a trío. ¿Por qué un libro sobre este tema?

Porque es más fácil decirlo que hacerlo. Parece una obviedad sí, pero no lo es. Pueden darse diferentes escenarios. Tenemos parejas que no llegan a ser un trío. Son aquellas a las que la llegada de un hijo no modifica en nada las rutinas, hábitos, ni ritmo de vida de la pareja. Éstas no van a tener una crisis de pareja por el nacimiento de un hijo, pues no amplían su estructura a tres. Siguen siendo el uno para el otro y la pareja continua con su dinámica habitual. Pero si la pareja deja espacio al hijo es posible que lo que siempre funcionó en la relación deje de ser útil. Comienza entonces una crisis en la que sera fundamental tener una visión elevada y herramientas suficientes para comprender por qué, esa pareja de enamorados, de repente, no pueden cruzar dos palabras sin tener una discusión.

2. ¿Es cierto que existe un alto índice de divorcios tras el nacimiento de los hijos? ¿Cuáles son las causas?

Sï, hay un elevado numero de parejas que no resiste la llegada de los hijos. Después de las parejas sin hijos, las que más se divorcian son las parejas con un solo hijo. Más allá de estadísticas, solo hay que mirar a tu alrededor y observar cuántas parejas sobreviven después de los tres primeros años de vida del niño.

En realidad cuando nace un hijo lo que ocurre es que se amplifica lo que ya no venía funcionando bien en la pareja desde antes. No es que de repente haya mala comunicación, es que nunca fue muy buena, pero lo íbamos dejando pasar. Cuando llega un hijo, al cansancio, los cambios de roles, la autoexigencia, la necesidad de perfección, las diferentes posturas en la crianza del bebé o educación del niño… hay que sumarle la alta emocionalidad o los cambios de humor o el alejamiento de los respectivos proyectos de vida. El resultado es un distanciamiento y una sensación de no poder comprender al otro. Como si un muro se hubiera interpuesto entre ambos.

3. ¿Qué deberíamos saber las parejas -que no nos suelen contar- antes de ampliar la familia respecto a nuestra relación?

Pues, en realidad, creo que no deberíamos saber más que un hijo viene a dejar al descubierto quien verdaderamente somos. Lo demás, forma parte del misterio de la vida y de la gracia que implica ser el protagonista de tu vida y el narrador de tu propia peripecia. Desde luego, si la relación ha sido siempre conflictiva, no es muy probable que la llegada de un hijo la pacifique. Creo que por más que nos preparemos para la llegada de un hijo, la vida siempre nos toma por sorpresa.

Personalmente, no tendría demasiadas expectativas ni ideas preconcebidas. Pero hay una cosa que sí le diría a las madres y los padres que están atravesando ahora esta situación. La crisis es una oportunidad maravillosa de cambiar aquello que ya no nos interesa en la relación si nos sabemos entregar con flexibilidad y madurez a los cambios.

4. ¿Quién es Mónica Felipe-Larralde y cómo se le ha ocurrido escribir un libro tan inédito? ¿Es autobiográfico?

Te podría contar parte de mi curriculum profesional, aunque no lo veo tan interesante. Una vez me definí como “soy la que busca” y me gustó. Así que lo dejaré ahí. Soy una buscadora de respuestas. Y este libro surge como respuesta a mi propia experiencia vital. Soy madre de una niña de diez años y un niño de uno. Y durante más de cinco años he acompañado a mujeres (y algún padre) en su maternidad (y paternidad) a través de los círculos maternales.

Cuando una pareja está viviendo una crisis cree que solo a ella le ocurre. Sin embargo, he podido ver que cada historia tiene puntos en común con las demás. No es que sea un libro autobiográfico, pero hay experiencias propias y otras “prestadas” de las parejas con las que he tenido el honor de compartir esos espacios. Desde luego, está puesta mi mirada personal sobre la experiencia de las relaciones humanas. Ya sabes, puedes pasar por la vida y utilizar las experiencias propias y ajenas para intentar llevar algo de luz a los demás. Es desde ahí que nace este libro.

5. ¿A quién se dirige este libro y qué puede aportar en el amplio mundo de la literatura de crianza?

Naturalmente, el libro va dirigido a todas las personas que deseen leerlo. Pero, en concreto, va dirigido a aquellas parejas que están en crisis o a punto de tener un hijo.

La crisis es una oportunidad de cambio única, y si podemos ampliar nuestra perspectiva y dar valor a las experiencias y hacernos más sabios con ellas, entonces ya no se vive igual. Saber que estamos en un proceso de cambio interior, que se necesitarán ajustes, hacer el esfuerzo de escucharnos íntimamente, de comunicar desde el respeto y encontrar nuestro propio espacio de libertad personal para crear una pareja donde se propicie el crecimiento mutuo es un arte y tener herramientas para iniciar este camino puede ser muy valioso. Creo que aporta una visión serena de la crianza llamada respetuosa. Una visión de quien ha pasado por la experiencia en dos ocasiones y con una década de diferencia entre la primera y la segunda.

6. ¿Qué CONSEJOS ofrecerías a los futuros padres al respecto?

Creo que les aconsejaría intentar vivir la maternidad y la paternidad con alegría y gozo y que buscaran aquello que necesitan para que puedan vivirlo así. No creo en los manuales de crianza ni en los métodos. Cada persona es un mundo y cada uno ha de descubrir su verdad en su interior. Si tuviera que aconsejar algo sería que intentaran darse cuenta de sus propios mecanismos de defensa, de sus puntos fuertes y débiles, que intentarán mirar al otro (tanto a la pareja como al hijo) con la suficiente generosidad como para darle un espacio propio.

Creo que les diría que no se tomaran como algo personal los desajustes. Y que aceptaran la humanidad imperfecta del compañero o compañera a través de la aceptación de la suya propia. Después de todo, todos estamos creciendo y cometemos errores. La crisis de la pareja tras el nacimiento de un hijo puede ser un punto de inflexion, una maravillosa oportunidad de desarrollo si estamos dispuestos a ampliar nuestra mirada y a trabajar con honestidad en nuestro interior.

Mónica Felipe-Larralde
Escritora especializada en mujer y maternidad
Presidenta de la Asociación para la Crianza y la Educación integral.
Licenciada en Derecho
Experta en Género y Salud
Experta en Comunicación
Terapeuta transpersonal
Creadora de los espacio de acompañamiento Círculos Maternales.

Fuente: http://www.elblogalternativo.com/

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